El seranu

¿Infoxicación como parapeto en la situación de la sanidad leonesa?

El término Infoxicación es un neologismo que hace referencia a la intoxicación por información

Continuamente, a lo largo de las últimas semanas, venimos conociendo a través de los medios de comunicación de nuestra región noticias referentes a cuestiones del sistema sanitario. A cada noticia, se le responde con otra “contranoticia”. Y es que la sanidad es una de las cuestiones fundamentales que nos preocupa a los ciudadanos.

Sin embargo, parece que la retahíla incesante de informaciones acerca de las situaciones que se producen en esta materia es una estrategia. Una estrategia para que, después de estar hastiados de tanta información, dejemos a un lado el “tema sanitario” porque parece que es una “guerra” en la que los ciudadanos no tenemos ni voz ni voto sino que somos sujetos pasivos.

Es vergonzoso -no hay otra denominación- que en vez de ponerse a trabajar para solucionar los problemas reales y objetivables de ser mejorados, se echen continuamente balones fuera con declaraciones en las que se presentan las buenas intenciones que existen para paliar las deficiencias del sistema. El sistema sanitario en Castilla y León está muerto. Está muerto porque no hay proyecto de desarrollo pero, sobre todo, porque no hay inversión. Cuando faltan médicos en todos los centros de salud, sobre todo en las áreas rurales, cuando no hay un plan de acceso universal a la sanidad, ya que no tienen las mismas posibilidades de acceso a los servicios sanitarios un habitante de una ciudad como, pongamos como ejemplo, Valladolid y otro habitante de una zona rural. Porque, recordemos, por si se nos olvida, que la idiosincrasia territorial de la región “viene de serie”. En definitiva, que nuestro territorio es extenso y las densidades de población son bajas, se sabe desde hace mucho tiempo. Pero sigue habiendo población en nuestros pueblos, no nos olvidemos de ello.

Se podrían citar un gran número de situaciones penosas que los ciudadanos tenemos que sufrir PACIENTEMENTE: la falta de centros intermedios de acceso a los servicios sanitarios o el que haya, simplemente, una política de derivación hacia centros privados como existen en otras comunidades para paliar las listas de espera. Tampoco hay una gestión eficaz de los servicios para no duplicar viajes de decenas de kilómetros a los pacientes. Parece que se sigue sin ver la luz al final del túnel cuando se tiende a privatizar servicios de atención a pacientes o cuando parece que la solución a los problemas de los pacientes sea que se “empadronen” en otra comunidad autónoma.

¿Tenemos proyecto de planificación y desarrollo de los servicios sanitarios en la Comunidad? NO. Porque, a pesar de que continuamente se sale en los medios de comunicación con buenos objetivos acerca de los servicios, no hay una partida presupuestaria que acompañen estos “buenos deseos”. Entonces, lo que nos queda es marear al ciudadano “que ya vendrán tiempos mejores”. Y así llevamos muchos años.

En Cabrera sabemos bien de estos problemas pero tendemos a resignarnos, parece ser. La falta de médicos, el cierre de centros de salud, la continua amenaza de que los que quedan, vayan a cerrarse por “baja productividad” o como quieran denominarlo con vericuetos gramaticales. Los continuos problemas del Hospital del Bierzo, que da servicio a muchos pueblos de Cabrera, con la falta de personal sanitario y servicios clausurados porque no hay quien los atienda, son el pan nuestro de cada día.

También nos encontramos con las decenas de kilómetros que se tienen que realizar para acceder a un servicio especializado o a una prueba diagnóstica ¿Por qué no ahorramos desplazamientos inútiles a pacientes de avanzada edad que tienen que recurrir a transporte privado muchas veces? ¿Por qué sigue habiendo problemas para acceder físicamente a los centros de salud o para contactar con ellos por teléfono? La respuesta parece que es siempre la misma: provocar hastío y que los pacientes se “busquen la vida por otro lado”.

Pero luego, eso sí, para paliar los problemas de la despoblación rural se constituyen mesas de trabajo y se ponen en marcha proyectos y foros grandilocuentes con el lema de “rescatemos a la España vaciada” que parece que se ha puesto de moda últimamente. Es mucho más sencillo: inversión en nuestros pueblos y, sobre todo, en servicios básicos como lo es el acceso a un sistema sanitario digno y universal.