Reportaxes

«Corrilleira», tras los pasos de la revista Serano

La publicación que dio voz a los escolines cabreireses

Dicen que una corrilleira es una persona que gusta de andar de corrillo en corrillo con el único afán de chismorrear y cotillear. Quizá ésta no sea la definición más idónea para describir a aquella revista escolar que entre los años 80 y 90 elaboró el colectivo de profesores y alumnos de varios pueblos de Cabrera, pero si buscamos otro de los matices que sirvieron de enseña para esta publicación educativa, como el de ser «instrumento de diálogo y de comunicación entre los cabreireses», entonces sí, ésta sí puede ser una buena acepción de la palabra cabreiresa y del objetivo que la propia revista buscaba: Corrilleira, como el niño o niña que en el patio de su escuela recibe, y a su vez transmite, con curiosidad un conocimiento, saber o cultura de un corrillo a otro.

La presencia del lenguaje cabreirés también hace presencia en la revista escolar, síntoma de la viveza que el habla tradicional tenía hace unas décadas entre los rapaces de algunos lugares como La Baña y que en la actualidad avanza en retroceso.

Tras la desaparición de la antológica revista cultural Serano, allá por el año 1984, un grupo de maestros deciden poner en marcha esta revista escolar llamada Corrilleira, la cual se mantuvo hasta mediados de los años 90 con una cierta periodicidad. Esta revista se editó con las colaboraciones que aportaban los profesores y, sobre todo, los rapaces de las escuelas rurales de La Baña, Castrillo, Quintanilla de Losada, Santa Eulalia, Truchas, Odollo o Saceda, algunas ya desaparecidas.

La revista servía como altavoz de la vida cotidiana de los niños y a su vez reflejaba en sus líneas las inquietudes propias de los escolines de esta comarca rural. Los temas tratados en la revista eran muy variados pero a grandes rasgos se centraban en la propia comunidad cabreiresa, incluyendo noticias de actualidad; redacciones donde cada chaval contaba cómo era su pueblo, así como las carencias o necesidades que necesitaba ese lugar; folclore cabreirés donde se explicaba, por ejemplo, cómo era una boda cabreiresa o cómo se cantaban los ramos; arquitectura tradicional; arqueología e historia; entrevistas; poesía; recetas de cocina; humor y crucigramas; o simplemente un dibujo o cualquier historia que los rapaces quisieran plasmar en la revista.

De nuevo damos las gracias a Dori Barrio por rescatar del olvido algunos de los ejemplares que entonces se distribuyeron por la comarca. Para poder verlos y disfrutarlos basta con picar sobre cada portada de la revista.

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