El seranu

Silencio

Son las doce, y es hora de silencio
Anuncian las campanas de la aldea
Mientras un alma sola y triste
Camina arrastrando sus cadenas.
Escondida, al abrigo de la noche
Una sombra camina, con gran pena
Deseosa de dejar a un lado
Pensamientos de sueños y quimeras.
Allí, guardada en la penumbra
Recuerda el amor que la condena
Amando como nunca ha sentido
Corriendo como sangre por las venas.
Allí, mirando a la noche
Implora a un dios que la libera
No quiere amar, como lo esta haciendo
Sabiendo que ese amor es una condena.
Ahoga un sollozo, en la garganta
Escondiendo en el alma esa pena
Maldice, por haber deseado
A quien nunca, le dio ni una tregua.
Vete, se levanta y dice:
Vete con lo que tú quieras
Déjame, sola en la penumbra
Deseosa que mis pupilas ni te vean.
Camina, lejos de mi mundo
Olvida que un día te quisiera.
Márchate con la próxima luna.
A otras zonas, lejanas de esta aldea
Aléjate, y no vuelvas
Ni descanses los pies, en esta tierra.
Llévate, el silencio contigo
La tristeza, el dolor y tanta pena
Deja tan solo el camino
Donde otros, quizás sigan tus huellas.
En esta noche tan oscura
Aprieta el corazón con tanta fuerza
Que a pesar de estar roto en mil pedazos
Se supera con coraje de tal perdida.
Ahoga un estertor en la garganta
Levanta la cabeza y manifiesta
Me costará un millar de noches
Que salgas y abandones mi cabeza.
Pero, te juro por lo que más quiero
Aunque sea solo una gesta.
Borraré todo recuerdo
Que mantenga algo de tu presencia.

Se quedará el silencio solo
Haciendo compañía a mi tristeza
Sabiendo que el nuevo día
Traerá sosiego y grandeza.
Sonreirá tímidamente, el corazón
Sanando mil heridas viejas
Mirará brillar el sol
Mientras comenta. Silencio.
Te fuiste, al fin, mi cabeza.
Son las doce y el silencio.
Cuando esperas… al fin LLEGA.