El seranu

Noche de sueño

En esta noche de sueño
Donde los parpados, se caen
Un alma solitaria, y triste
Contempla el brillar de las estrellas.
Continuamente, cierra los ojos.
Intentando borrar un mal recuerdo.
Se endereza, levantando sutilmente la cabeza.
Mientras de sus ojos azules,
Resbalan como cascadas
Lágrimas de un inmenso torrente.
No le da, miedo la noche,
Ni el rumor de la brisa en el bosque.
Allí se siente protegida.
De las miradas curiosas de la gente.
De las opiniones dadas.
Sin tener ni idea, de lo que ella siente.
¡Cuan fácil es juzgar, a otro!
Creyéndose poseedores de la verdad.
¿Pero cual es la verdad?
La real,¿ o aquella que nos inventamos?
Casi nunca es real lo que creemos.
Juzgando, por lo que a simple vista vemos.
¡Pero los ojos nos engañan tantas veces!
Tapando lo que está detrás de ellos.
Aún así, sabiéndolo
Aseguramos estar en lo correcto.
Casi nunca, estamos en lo cierto
Y seguimos, creyendo que sabemos.
Cuando en verdad, nada entendemos.
Las situaciones, retornan una y otra vez
A que nos percatemos.
Pero, dormidos y como en un sueño.
Pasaran, sin que escuchemos.
Dedicándonos tan solo
A juzgar y suponer, que ya lo vemos.
Los ojos, aunque están abiertos.
Tienen corrido como un velo.
Que por mucho, que lo miren.
No distingan, lo que esta frente a ellos.
De nuevo dirán, que ya lo saben.
Que si, que lo vieron primero.
Pero ciegos, como se encontraban.
No es posible, que digan que lo vieron.
Porque, si realmente miramos.
Alguna vez, en ellos nos veremos.
Por que, si estuviésemos despiertos.
Seguro que a nadie juzgaremos.
Sintiéndonos juzgados, pensaremos.
Que eso, nosotros no entendemos.
Cambiando de postura, lo veremos
No es posible juzgar, no lo olvidemos.
Sintiéndonos, juzgados lo sabremos.