El seranu

Recogida de seres y enseres

Cada vez que vuelvo al Ayuntamiento de Truchas me congratulo al encontrarme con la frase que en la recepción recibe a los ciudadanos; es la primera estrofa del «Canto a la libertad» de José Antonio Labordeta.
Esta frase enmarcada en madera, me parece una forma muy bonita a la vez que civilizada de recibir a los convecinos en la Casa que es de todos, e invita a ser libre en la opinión y pensamiento sin temor a la represalia.
Cada vez que llego a esa recepción, grabo esas palabras en mis pupilas con la misma emoción y sorpresa positiva, como si sería la primera vez que me encontrase con dicha frase.

Casi estoy seguro de que con lo que hoy traigo en la mochila, mi idea no va a llegar a buen puerto, pero aún así lo tengo que intentar; más difícil lo tenía aquel profesor de inglés que, enseñaba el idioma británico en Albacete a partir de las canciones de los Beatles: en 1966, cuando John Lennon se encontraba rodando una película en Almería, el profesor en cuestión removió Roma con Santiago hasta conseguir hablar con el famoso músico. Juan Carrión (falleció hace un par de años), que así se llamaba el profe, cuando consiguió la cita con Lennon le pidió que incluyese las letras de las canciones en los discos; le trasladó que le resultaba muy complicado sacarlas escuchando las canciones.
Su petición no cayó en saco roto, y se lo agradecieron muchos aparte de sus alumnos. A partir de entonces, los discos de los Beatles incluyeron las letras de las canciones del mítico grupo… esta costumbre enseguida la adoptaron todos los cantantes, y como algo natural se extendió por todo el mundo.

Con lo siguiente no me dirijo en concreto a los ayuntamientos y alcaldes de nuestra comarca, sino a todos que conforman nuestra provincia; pues eran casi todos los que nos decían que, en la Era Informática toda institución sería más transparente a la vez que más cercana a los ciudadanos. La verdad es que el tiempo va pasando sin que la cibernética haya hecho gran cosa en este sentido; en algunos aspectos seguimos igual que hace cien años: el ayuntamiento clava el bando en papel en el tablón físico de anuncios, y la persona que pasa al lado lo ve… y el que no, pues se queda sin esa información. El limitar la información municipal a un tablón estático, es pensar que la gente vive y trabaja de la misma forma que lo hicieron nuestros abuelos.

Me parece una incongruencia, aparte de un despropósito, que en pleno siglo XXI muchos de nuestros ayuntamientos sólo utilicen su pagina digital o muro de facebook para: colgar los carteles de las fiestas del pueblo, poner cuatro fotos, o para echarse flores por alguna actuación realizada por parte del gobierno municipal…
(No entiendo que haya ediles que quieran mantener una estructura caciquil en los ayuntamientos, ayuntamientos que hay que recordar que no son propiedad de unos colores de partidos políticos, sino que nos pertenecen a todos.)
Hoy en día ya no llevamos aquella vida en la que nuestros días transcurrían en un radio muy pequeño de nuestro pueblo; ahora se puede trabajar a cien km de nuestra casa y regresar todos los días o dos veces por semana… o incluso tener que viajar por trabajo y estar más de un mes fuera; por lo tanto, se tiene que normalizar que el tablón de anuncios del ayuntamiento este presente para nosotros desde cualquier parte del mundo. Sin retirar, por supuesto, el panel físico de corcho clavado a la puerta de los ayuntamientos y en la pared de costumbre de cada pedanía.

Si traigo este tema a colación, es por el caso que me contó un matrimonio de Cabrera que tiene residencia en León-capital y con frecuencia pueden estar tanto en el pueblo o en la capital: este año el día de «recogida de enseres» (tenían un buen montón para sacar, que les está estorbando en casa) les cogió en su casa de la ciudad. Pues me venía a decir este buen hombre que, «si ese bando hubiese estado colgado en el muro digital del ayuntamiento, ellos se hubiesen enterado y sin ningún esfuerzo hubiesen ido a sacar esos enseres, enseres que obligatoriamente los tendrán que tener en casa hasta la recogida del año próximo».

Ya para terminar… Pues si deshacerse de unos enseres es importante, imaginémonos otro tipo de anuncio oficial, donde nos podríamos enterar desde la distancia de cualquier edicto municipal; se me ocurre a bote pronto: nuevas normativas arquitectónicas en la comarca; ayudas o subvenciones para un sin fin de variados proyectos; la fecha de la ITV-itinerante para maquinaria agrícola; salida a concurso de un coto de caza, pastos, etc; las fechas para tributar por inmuebles, fincas; horarios de la biblioteca, piscina, local social, medico, Cuartel de la G. C.,farmacia, etc; anuncio de un puesto de trabajo para el ayuntamiento…
En resumen: En el muro digital del ayuntamiento se puede y debe colgar cualquier noticia del consistorio que sea de interés para los habitantes, personas que tienen propiedades en el municipio o-y también para quien esté interesado por emprender, comprar, visitar en el municipio correspondiente.

Por concluir con algo amable a lo que el título de mi escrito conlleva; ya que menciono «la recogida de enseres», me viene ahora a la mente que, también los muros digitales de los ayuntamientos tienen que servir para anunciar algo tan importante como: que existe el Instituto de Estudios Cabreireses, el cual se hace cargo de algunos de esos objetos que ya son parte de nuestra historia y, que a veces por no saber la gente de la existencia del mencionado organismo (con sede en Castrillo de Cabrera), son muchos los elementos de valor etnológico arrojados al montón de enseres como un desperdicio más.

Deseando que aparte de enseres, los ayuntamientos recojan las suplicas de los seres que pagan impuestos…¿Alguien de los aquí presentes piensa que mi escrito tendrá el mismo éxito que la petición que le hizo aquel profe de Albacete a John Lennon?, desde el optimismo que me caracteriza, voy a pensar que sí. Gracias a todos los Gobiernos Municipales de nuestra provincia.