El seranu

Historias olvidadas

Allá por los años treinta y pico, existió un militar pequeñito con bigote y mucha ambición. Un día pensó que a España había que darle un buen revolcón y, montado en su potente caballo empezó la batalla.

Para bien o para mal, puso en marcha su idea, y desde ése día España quedó dividida, no sólo por sus ideas, también por sus colores..,unos le llamaban los azules, pero vestían de color caki militar, también llegaron otros color naranja, éstos casi todos eran peluqueros, les encantaba cortarles el pelo a las mujeres, con su especialidad que lo bautizaron con el nombre ( a lo garson) cuanto más melena tuvieran mejor, podían elegir donde dejar el escalón para diferenciar de las demás.

En una ocasión, una mujer que tenía una melena preciosa, iba de camino de Yeres a Orellan, se tropezó con ellos en campo de braña, cerca del mirador, allí la tuvieron retenida un buen rato, mientras decidían quién de ellos se lo iba a cortar, mostrando las tijeras que eran las que usaban para esquilar las ovejas, ella estaba muy asustada ( la cosa no era para menos) después de un buen rato decidieron que le cortarían un poco sólo, uno de ellos habló ( jolín, ésta chica no nos ha hecho nada y me da pena hacerle ésta faena) bueno..,en todos los grupos, siempre hay alguien que tiene un poco más de empatía que los demás..-

Después había otro color que eran los Rojos..,yo he intentado averiguar el por qué de ése color, pero no existe un motivo claro, simplemente creo que les pusieron rojos, por el color de la sangre que teñíria los montes y los caminos..,lo que sí sé, es que ése color pertenecía a los que no compartían las ideas del militar jefe, que se había autoproclamado general de los tres estados, había que hacer lo que él mandaba, los que se negaron a ello, fueron bautizados como los rojos feroces que matarían a todos los que pillaran. Los antepasados nuestros, es decir los romanos, sin pretenderlo le habían facilitado muy buenos refugios, como fueron las cuevas de las minas de oro de las Médulas, lugar con diferentes accesos a pueblos y montes, donde podían camuflarse y mantenerse a salvo por lo menos una buena temporada.

Aquellos hombres contradictorios, o desertores, permanecieron por allí algunos años, pero poco a poco fueron cayendo, me supongo que algunos por enfermedades y otros por las escopetas de los que salían de caza todos los días, ellos iban sobreviviendo como podían, haciendo alguna fechoría y, ajustando alguna cuenta pendiente de vez en cuando. Se movían de cueva, en cueva, y era bastante difícil verlos, es decir, no sé dejaban ver mucho, pero sus cazadores no iban a cazar conejos, iban a cazar humanos, que para ellos no merecían vivir.., hubo un hombre en especial que se dedicó a ello en cuerpo y alma, según decía, él solo limpiaría los montes de los alrededores, de la carroña que estaba ensuciando el ambiente, envenenado sus aguas y extinguiendo las buenas hierbas, así que se puso manos a la obra. Él decía con orgullo, para conseguir semejante hazaña ( hay que tenerlos bien puestos..,y yo los tengo) fantaseaba y se excitaba sólo de pensarlo!!

Fin primera parte