El mensaje a los móviles se extiende a la provincia de León: “No ponga su vida y la de los demás en riesgo”
El texto, con pitidos repetitivos, llegó a los teléfonos particulares a primera hora de la tarde del sábado
Fue un pitido repetitivo y un mensaje de alerta a los móviles personales, un recurso ya empleado durante las nevadas de diciembre del pasado 2024 en Castilla y León. “Máxima alerta por incendios forestales en esta zona. No realicen actividades en el medio natural. Eviten acercarse a zonas afectadas por los incendios forestales. No ponga su vida y la de los demás en riesgo”, reza el texto, que llegó a los teléfonos de leoneses en distintos puntos de la provincia a primera hora de la tarde de este sábado.
La Junta ya había enviado por la mañana, en una acción coordinada con Asturias y Cantabria a través de la herramienta ES-Alert, un mensaje a los móviles en el que se ponía a la población en guardia por la situación derivada de los incendios y en la que se solicitaba a los ciudadanos que abandonasen toda actividad recreativa en las proximidades de los Picos de Europa.
La medida llega justo una semana después del comienzo de esta oleada de incendios en la provincia de León, que hace siete días acumuló en apenas unas horas hasta cinco de nivel 1 de peligrosidad, apenas el primer paso de una concatenación de fuegos que se han cobrado ya dos vidas humanas, miles de hectáreas de monte, casas en diferentes localidades, a la vez que han afectado notablemente a iconos como el paraje Patrimonio de la Humanidad de Las Médulas. La reacción mayoritaria de la población en las redes sociales ha sido precisamente la de hacer notar estas circunstancias.
La Agencia de Protección Civil de Castilla y León ha enviado, en las últimas jornadas, diferentes alertas masivas a móviles, a través del sistema Es-Alert, para anunciar la prohibición del baño y las actividades acuáticas en el embalse de Riaño, ante las recargas de los medios de extinción aéreos.
Y se difundió una segunda notificación en la que se instaba a la población a cesar cualquier actividad en el monte y evitar el tránsito por caminos y senderos, con el fin de garantizar la seguridad de las personas y facilitar las labores de extinción.