Arrasó con todo
Hace unas semanas que se dieron unas condiciones idóneas , que fomentaron unos fuegos que después de casi dos semanas siguen estando activos, y siendo difícil su extinción.
El calor asfixiante de unos días anteriores, unido a tormentas, negligencias y que los montes están abandonados, la zona noroeste de España, ha quedado calcinada. Para cualquier lado que mires, casi no queda ni un hueco verde, todo es negro como el carbón.
Las administraciones, se preocupan por quien las rigen dejando a los ciudadanos de a pie, que se busquen la vida como siempre, pero exprimiéndolos bien con impuestos, para que sus dirigentes vivan en la opulencia.
Fuegos, que si se ponen medios son fáciles de atacar, porque a los que somos del ámbito rural, no se nos deja, cortar leña, ni árboles propios, sin pedir permisos, que casi siempre se demoran, y ya no digamos, cortar leña, coger hierbas medicinales, mi decorativas. ¡Pobre de ti si te pillan!, te dan un regalo de los que no olvidas. Si deseas limpiar castaños o el acceso, ya puedes ir al guarda forestal de turno y pedir permiso, y éstos a veces no están o dependiendo su forma de ser, solo te ponen trabas, no por ellos, si no por los organismos que los rigen.
La naturaleza, como siempre se recupera, aunque para ello tarde años, y muchos nunca lo podamos volver a ver igual.
Lo triste y doloroso es, ver pueblos con un déficit de habitantes, con edificaciones fantasmas calcinadas por un fuego devastador, y la amargura y soledad de quien ha perdido todo, el hogar que tanto ha costado construir. Estos han visto que en un abrir y cerrar de ojos, como un fuego devorador, se llevó los recuerdos, las vivencias. Aunque consigan recuperarse, ya nada será igual.
Y lo peor, son esas personas, que trabajan para extinguir las llamas y perecen en el intento, por un sueldo a veces mísero dejan su vida para ayudar en tal fin.
Los animales salvajes, descontrolados, asustados, y heridos rondan las cercanías de las poblaciones, buscando algo para comer.
Puede haber un pequeño porcentaje de incendios, por condiciones climatológicas o por imprudencias, pero la inmensa mayoría son intencionados, con ánimo de borrar a las personas de los pueblos, llevándolas a núcleos urbanos ,donde haya menos gastos, en ofrecer servicios que las grandes urbes tienen, y se enriquezcan grandes empresas y políticos corruptos, que con gente en los pueblos, no pueden acaparar el monte como ellos desean, disponiéndolo a su antojo.