Dos semanas de la mayor tragedia ambiental y económica de la provincia de León en datos
La oleada de incendios ha afectado a casi 120.000 hectáreas de la superficie de la provincia leonesa (casi 25 veces el municipio de León). Han muerto tres personas en los fuegos que han provocado la evacuación de más de 13.000 personas en 118 pueblos y han dejado superficie calcinada en uno de cada cinco municipios de la provincia leonesa
Este sábado 23 de agosto se cumplen dos semanas de la oleada de incendios que ha calcinado la provincia leonesa que comenzó el 8 de agosto con una serie de fuegos que se descontrolaron en las comarcas leonesas de Cabrera, Omaña, Laciana y El Bierzo. Desde entonces, y según las primeras estimaciones del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS) y de expertos, la superficie afectada o quemada en la provincia leonesa ronda entre las 97.000 y las 120.000 hectáreas. Unos fuegos que han afectado a cinco de las siete Reservas de la Biosfera de las que goza la provincia de León; una de las áreas con más reconocimiento de este estilo en el mundo. La provincia ha ardido (y sigue ardiendo) este verano de norte a sur y de este a oeste.
Esta cifra supone más del 6% de la superficie total de la provincia de León (que cuenta con 1.558.100 hectáreas); es decir, que los incendios han afectado a un equivalente de 25 veces el tamaño del municipio de la ciudad de León. Hay que tener en cuenta que en todo momento se trata de un área máxima afectada por los incendios, según datos aproximados obtenidos de EFFIS.
Todo ello en mitad de una enorme incertidumbre social y una bronca política sobre la falta de medios de extinción que se ha reflejado en las calles con las miles de personas que han participado en manifestaciones ocurridas estos últimos días en Astorga, La Bañeza, Ponferrada y la ciudad de León para reclamar responsabilidades y dimisiones. Una falta de medios que ha quedado patente con la solicitud “urgente” de que agentes medioambientales y técnicos voluntarios se reincorporasen al trabajo a pesar de sus vacaciones o la búsqueda en Infojobs de varios puestos para los operativos a los que no se pide experiencia.
Superficie afectada
El área máxima afectada según los datos del EFFIS está cerca de los 120.000 hectáreas de los 14 grandes incendios (de más de 500 hectáreas) desde el 8 de agosto hasta el 23 del mismo mes. La cifra se comprende mejor si se tiene en cuenta que, según los datos de la propia Junta, en la provincia de León se quemaron 52.674 hectáreas entre los años 2015 y 2024. Sin embargo, todavía no ha aportado una cifra de los incendios de este verano, ya que todos los grandes siguen en perimetración.
El mayor incendio que ha afectado a la provincia de León es el que comenzó en Molezuelas de la Carballeda, desatado el 10 de agosto en la provincia de Zamora y que acabó traspasando la leonesa al día siguiente. En total, según EFFIS, la superficie afectada de este fuego -que llegó a un Índice de Gravedad Potencial (IGR) de 2 (el máximo)- es de más de 40.000 hectáreas, convirtiéndose en uno de los peores incendios de España.
Sin embargo, hay que detallar que no afecta en su totalidad a territorio leonés, sino que los cálculos aproximados reflejan que las llamas afectaron a cerca de 31.000 hectáreas de las comarcas de Vegas Bañezanas, La Valdería, Valduerna y Tierra de Jamuz. Aunque en nivel 0, todavía se mantiene como activo para vigilar reproducciones.
A este gran incendio le sigue muy de cerca el que tiene el foco en Llamas de Cabrera, con más de 30.000 hectáreas afectadas por las llamas desde el 8 de agosto. Fue uno de los primeros fuegos de esta ola y aún se mantiene activo en el nivel máximo de peligrosidad.
Otro gran foco tiene su epicentro en Barniedo de la Reina y afecta al Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre, afectando al Parque Nacional de los Picos de Europa aunque está controlado en la zona. En este caso el área dañada es de más de 22.000 hectáreas desde su inicio el 13 de agosto.
Es llamativa también la imagen que deja el paso de los incendios en la Reserva de la Biosfera de Los Ancares con el principal foco de incendios desatado en Anllares del Sil, que se mantiene en un nivel 2 de peligrosidad después de haber comenzado el 8 de agosto, y que ha afectado a un área de más de 7.000 hectáreas. Este incendio se extendió desde la comarca del Alto Sil, en El Bierzo, hasta el Valle de Fornela, englobado dentro del espacio natural de la sierra de Ancares, declarado Reserva de la Biosfera en el año 2006.
Daños personales: muertes y evacuaciones
Lo peor de los incendios son las tres muertes que han provocado los fuegos en la provincia de León. Han sido tres personas (dos vecinos en Nogarejas y un miembro del operativo de extinción en un accidente de tráfico) las que han muerto en esta terrible oleada de incendios que asolan la provincia. Además se han producido varios heridos, algunos de gravedad por quemaduras, que han sido atendidos en los centros hospitalarios.
La provincia de León cuenta con 211 municipios y de ellos 44 han sufrido los efectos de las llamas, lo que implica que el fuego ha llegado a 1 de cada 5 municipios leoneses, destrozando algunos como Lusillo o Santa Elena de Jamuz.
En total, desde el 8 de agosto, han sido evacuadas más de 13.000 personas de 118 localidades pertenecientes a 37 municipios leoneses. Muchas han podido volver a sus casas, pero (con datos del viernes 22 de agosto) 1.500 personas permanecen evacuadas en 27 pueblos. Especialmente en Santa Elena de Jamuz, donde tuvieron que desalojar de sus casas a 1.200 personas. Según los primeros datos de fuentes oficiales consultadas por este diario, se cifran en una treintena las viviendas habitadas calcinadas, además de otras infraestructuras afectadas como naves ganaderas.
Daño medioambiental
El daño medioambiental provocado por las llamas es, por ahora, incalculable, pero este reportaje trata de hacer un repaso por las más destacadas pérdidas de la biodiversidad leonesa. De las siete Reservas de la Biosfera con las que cuenta la provincia de León, cinco se han visto afectadas por los incendios: Picos de Europa, Valle de Laciana, Ancares Leoneses, Valles de Omaña y Luna. Se han librado de las llamas: Los Argüellos, Alto Bernesga y Babia.
Además, de la superficie total forestal perteneciente a la Red Natura 2000 de la provincia de León asciende a 376.295 hectáreas (la que más de toda Castilla y León). Según los datos de EFFIS, la superficie de esta red afectada por los incendios es de casi 34.000 hectáreas; es decir, un 9% del total.
Es imposible no destacar Las Médulas: Bien de Interés Cultural (BIC) y Patrimonio Mundial, que ha quedado arrasado por las llamas del incendio de Yeres. En total se ha perdido dos terceras partes de la superficie protegida. Los puntos más turísticos como el Aula Arqueológica o el Mirador de Orellán han quedado reducidos a cenizas, además de los canales hidráulicos romanos. Los expertos comienzan a alertar del peligro de que la Unesco podría incluir Las Médulas en la lista de patrimonio mundial en peligro, el paso previo para su desclasificación.
El incendio de Cabrera ha afectado a varios bosques de árboles muy valiosos al adentrarse en El Bierzo como en las zonas de la Valdueza o Compludo, arrsando.
También ha resultado afectado por el avance del incendio desatado en Porto el entorno del Lago de La Baña, un monumento natural protegido ubicado al suroeste de la provincia que contaba con un denso bosquete de abedules adultos mezclados con tejos, acebos, rebollos, serbales, arándanos, retamas y brezo; además de una importante presencia de fauna.
En el caso de Anllares y Alto Sil, una de las zonas únicas en la provincia y a nivel nacional como uno de los hábitats de animales en peligro (crítico) de extinción como el oso pardo o el urogallo, de cuya especie sobrevivían unos pocos cientos, según la última estadística.
En la Reserva de la Biosfera como es el Valle de Laciana se ha visto también afectada por completo la Braña de Orallo, solo se han salvado las cabanas gracias al operativo pero el paraje natural ha quedado completamente calcinado hasta el límite con Asturias.
También el incendio de Fasgar ha calcinado parte Campo de Santiago, nacimiento del río Boeza enmarcado entre la sierra de Gistredo y Cilleros. Se han afectado zonas como el collado de Campo o el icónico abedular de Montrondo, que al menos parcialmente ha sido pasto de las llamas. El drama en la Reserva de la Biosfera de Omaña y Luna ha sido de grandes proporciones.
Además, el incendio desatado en Colinas del Campo ha puesto en riesgo este conjunto histórico, al fondo del valle del Boeza, declarado como Bien de Interés Cultural.
En la zona del incendio de Castrocalbón la destrucción de montes y terrenos agrícolas se ha llevado por delante la encinona de Genestacio de la Vega, un ejemplar de seiscientos años que ha sido completamente calcinada por el mayor incendio de la provincia, que ha arrasado también parte de localidades como de Palacios de Jamuz.
También ha resultado gravemente afectado el Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre por el incendio originado en Barniedo de la Reina, que ha provocado daños que tardarán décadas en devolver los verdes paisajes a esta zona como el Bosque de Hormas que, según fuentes oficiales, se ha visto afectado por el fuego en al menos un 10% de su superficie.
En esta zona la Sierra de Orpiñas, hábitat del oso pardo en la montaña oriental, ha sido arrasada afectando a valles de un gran valor ambiental como Lechada, Naranco, Susiella, Vallorza y Valponguero.
Picos icónicos de la provincia como el Tambarón, entre Omaña y El Bierzo en la sierra de Gistredo, o el macizo del Miro o el Pico Gabanceda, han sido afectados por las llamas.
Además, en el año 2022 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) otorgó a las montañas leonesas el reconocimiento de Sistema Agrosilvopastoril (SIPAM), lo que supone un reconocimiento a unos agroecosistemas que se han mantenido durante siglos, contribuyendo directamente a la seguridad alimentaria y el sustento de las comunidades locales. Con sus más de 10.000 kilómetros cuadrados, es el tercero más grande del mundo; un reconocimiento que ahora también peligra, después de los graves daños de los incendios a las montañas leonesas.