El seranu

Trovadores

Y cuando parecía que las tradiciones orales, que las coplas y el sonido de las panderetas se irían extinguiendo poco a poco, se irían relegando a un rincón de la memoria, aparece esta nueva generación de músicos, danzantes y trovadores.

Cuando en los pueblos el silencio, casi el olvido y la ausencia parecían invadirlo  todo lentamente, resurgen estos artistas y bailarines para llenar de nuevo de ritmo y alegría nuestras vidas, nuestras almas.

 Hijos, nietos descendientes y herederos de nuestra tierra han recuperado con esmero, dedicación y mucho esfuerzo todas nuestras antiguas tradiciones, nuestras danzas y nuestros romances  que acompañaban de música las fiestas, procesiones, carnavales y seranos de la época.

Han vuelto a resonar de nuevo y con un gusto exquisito las panderetas, el tamboril, las gaitas, las castañuelas, las chiflas y se han vuelto a lucir los trajes típicos de la época.

Han vuelto a salir por las calles, por los calellos, las enaguas, el chal, las faldas, las pañoletas, los chalecos y los zuecos al son de la música, al son de jotas, muñeiras y pasodobles, que el aire mueve a su antojo al ritmo de los instrumentos.

Se canta, se baila, se disfruta como lo hacían nuestros antepasados, con su misma esencia, en su honor, en su memoria

Ahora ya no hay evento que se les resista, ya no hay fiesta sin su presencia ya no hay cabida para el olvido.

 

Gracias a todos ellos.