Radiografía de los chopos en León: un sector que ha convertido a la provincia en una potencia nacional
La Universidad de León trabaja en la creación de novedosas herramientas que permitan mejorar la gestión de los cortes de chopos para la producción de la madera, que aporta cada año a la economía de la provincia 20 millones de euros
Es complicado pasear por cualquier ribera de río de la provincia de León sin encontrarse con una chopera. Este árbol se ha convertido en un sostén de la economía leonesa debido a la venta de madera de estos árboles que habitan especialmente en los márgenes de ríos leoneses y en otros puntos verdes de la provincia.
Cada año la venta de madera de chopo aporta 20 millones a la economía leonesa -directa o indirectamente-, a través de propietarios privados y públicos, como ayuntamientos y juntas vecinales. Sin embargo, la gestión de las choperas todavía tiene mucho margen de mejora, especialmente para calcular cuánta madera está disponible en el mercado.
Recientemente, la Universidad de León, desde el grupo de Documentación, Reconstrucción y Análisis de Objetos Complejos y Entornos Naturales (DRACONES), ha presentado una nueva herramienta, desarrollada dentro del proyecto europeo DIGIS3, que permite identificar el momento en el que se han realizado cortes en parcelas de chopo.
La herramienta se basa en imágenes obtenidas desde el satélite Sentinel, parte del programa Copernicus de la Agencia Espacial Europea, y permite capturar información sobre la altura y tipo de la vegetación en cualquier condición climática y durante todo el año. Esto lo convierte en una herramienta ideal para hacer un seguimiento de cambios en las choperas de forma regular y fiable.
“Saber cuándo se ha cortado una chopera nos permite también saber cuándo se ha plantado”, explica la profesora de la Universidad de León Flor Álvarez Taboada, “Y esto es muy importante para poder gestionar bien el mercado de la madera, poder gestionar bien las choperas y que la industria tenga información”, explica. De esta forma, es posible conocer cuánta madera está disponible en el mercado: “No es lo mismo tener mil hectáreas de choperas de 10 años, que todavía se considera que no están en turno, a tener esas hectáreas de 15 años, que sí están en turno. Para toda la industria del sector es muy importante saber la madera que va a entrar en corta, para lo que es necesario conocer su edad. Y la forma más sencilla de conocer su edad es saber cuándo fue la última vez que se cortó”.
El objetivo es que esta herramienta -que ya se ha aplicado a zonas piloto y comprobado que funciona- pueda ser de utilidad para las empresas de un sector tan relevante en la provincia de León, que es la meta principal del proyecto Digis3.
León como potencia nacional del sector
Actualmente, existen unas 22.000 hectáreas de chopo en la provincia de León, la principal de Castilla y León en populicultura, lo que supone el 30% de la superficie chopera de toda España: “Puedo decir muy orgullosa que sí somos una potencia dentro de España”, celebra Álvarez Taboada, que destaca también la alta calidad de la madera leonesa, que favorece que sea un producto muy atractivo que exportar: “La madera que tenemos aquí hace que tenga una acogida excelente en países como Italia. Internacionalmente, China es líder en hectáreas de chopo, pero eso es otra liga. En la Unión Europea está Francia y luego estamos nosotros”.
Cada año, en la provincia leonesa se cortan entre 1.000 y 1.500 hectáreas de chopo, con un precio medio de entre 80 y 100 euros el metro cúbico. Esto implica un aporte a la provincia de 20 millones de euros anuales, según calcula la profesora Álvarez Taboada. La industria del contrachapado es la principal de la provincia de León, con empresas potentes a nivel europeo. De esta forma, el chopo es una madera que encontramos constantemente en nuestro día a día, desde las cajas en las que se comercializan las fresas, palillos, medios de transporte o incluso pupitres.
La profesora Álvarez Taboada destaca que el efecto económico tiene gran interés en las zonas rurales, donde se encuentran las choperas y que, debido a los cuidados que necesita la madera del chopo, requiere la generación de una cantidad importante de empleo directo e indirecto: “El chopo no es solo plantarlo, hay que cuidarlo para que de el metro cúbico de madera útil que queremos por árbol. Si un chopo crece bien puede llegar a un metro cúbico de madera y a los 15 años puedes cortarlo. Pero antes de eso hay que hacer una serie de trabajos en la chopera, como podas, que generan mucho empleo en el medio rural de la provincia”, señala la docente.
Álvarez Taboada destaca el interés del sector de la populicultura en seguir formándose y en aplicar nuevas técnicas a las plantaciones de chopo. Desde la Universidad de León, Álvarez Taboada lo sabe bien, ya que las actividades que se organizan en torno a los chopos cuentan con una respuesta masiva por parte del sector, como el evento ‘Populus 360’, al que acudieron más de 200 personas.
Un sector que propicia la lucha contra el cambio climático
El sector de la madera puede, además, producir beneficios en el medio ambiente. A pesar de que los chopos se plantan principalmente con el objetivo de luego ser usados como madera, no se debe olvidar que, mientras crecen durante 15 años, cada hectárea absorbe alrededor de 25 toneladas de CO₂.
Además, la profesora Álvarez Taboada destaca que el consumo de madera continúa aumentando, según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), por lo que, para preservar bosques que aumenten la biodiversidad, es necesario crear otros que tengan como objetivo el sector maderero: “Está claro que hay ciertos bosques y masas forestales que tenemos que preservar, y la forma de hacerlo es que el fin de esas masas no sea la producción de madera, sino aumentar la biodiversidad. Si queremos hacer eso tenemos que dedicar otras zonas a producir madera”.
La profesora destaca que el sector tiene en su ADN la sostenibilidad: “Si vamos a producir madera debe ser de la forma más sostenible posible, y esa sostenibilidad se tiene que sostener desde el punto de vista económico, social y ambiental”.
Además, la docente de la Universidad de León destaca que la madera de chopo que no es usada para contrachapado (su principal destino), puede servir como leña, biomasa o incluso en el sector de la medicina, usando ciertos compuestos que sirve, por ejemplo, para tratar herpes.
Los retos del sector
Uno de los problemas que presenta el sector en la provincia es el minifundio de choperas para facilitar la coordinación de la populicultura. Otro reto que señala Álvarez Taboada son las concentraciones parcelarias y las modernizaciones de regadío que hacen que la superficie de choperas baje en algunas zonas porque, además provocan que el nivel freático baje y que las choperas, que necesitan de humedad para prosperar, se sequen o se queden ‘colgadas’.
La legislación actual tampoco beneficia a las choperas, según señala la profesora de la Universidad de León: “Los permisos para cortar chopos hay que pedirlos a diversas administraciones específicas y eso hace que muchos propietarios lo vean como una traba. Debería simplificarse el proceso”.
El grupo de investigación de Álvarez Taboada en el campus de Ponferrada continúa explorando nuevas vías para mejorar las choperas de la provincia leonesa y en el sector de la populicultura. Actualmente, trabajan en el uso de micorrizas y bacterias que optimicen la resistencia del chopo y su crecimiento. Una investigación que ya ha dado sus primeros resultados, a pesar de que todavía queda mucho por hacer.