Recuperación de parte de las cuevas-bodegas patrimoniales en Santalavilla

En esta iniciativa, participaron la junta vecinal de este pueblo cabreirés, su ayuntamiento así como la Fundación Prada a Tope

El pasado sábado, un gran grupo de vecinos se reunió en Santalavilla en una intensa jornada de trabajo para recuperar y proteger uno de sus patrimonios más destacados.

Gracias al apoyo y colaboración de la junta vecinal de Santalavilla, la Fundación Prada a Tope y el ayuntamiento de Benuza, se llevaron a cabo varias actuaciones para mejorar el estado en el que se encuentran las cuevas-bodega de este pueblo cabreirés así como sus accesos.

Con la ayuda de una retroexcavadora, se limpiaron todas las entradas en la zona llamada “El Valle” y se destaparon algunas de estas bodegas que se encontraban enterradas. Los vecinos declararon sentirse muy felices al ver al todos los miembros del lugar unidos y trabajando codo con codo para proteger el patrimonio y la historia de su pueblo. Y es que, además de esta acción, quieren continuar con otras zonas de bodegas ubicadas en Santalavilla como son las llamadas “El Parral” y “El Tapial”.

Quizás, la característica más destacada de las cuevas-bodegas de Santalavilla sea su ubicación, puesto que la mayoría de ellas se encuentran en zonas que han sido catalogadas como antiguas explotaciones auríferas romanas por el método de Ruina Montium. Son muchas las voces que sostienen que algunas de estas cuevas constituyen el final de los túneles que diseñaron los ingenieros romanos para derrumbar los aluviones auríferos sobre los que se asienta el pueblo de Santalavilla, que también cuenta con un castro prerromano y varias minas subterráneas.

En Cabrera son muy numerosos los vestigios de un imperio que nos dejó una de las mayores obras de ingeniería del mundo antiguo: Las Médulas y su red hidráulica y es cuestión de tiempo que vayan saliendo a la luz para ser catalogados y protegidos patrimonialmente.

Juan Manuel Valle -uno de los organizadores- cuenta que todo empezó cuando se juntaron para volver a celebrar San Pelayo. Cuando estaban recaudando recursos para la celebración, llegó a oídos de José Luis Prada, quien organizó un reunión en el pueblo con el objetivo de animar a los vecinos a cuidar y proteger su patrimonio. A partir de ahí, se encendieron los ánimos y empezó a acelerarse todo. En cuestión de días, ya se había puesto fecha a la jornada de trabajo y el día señalado, todos acudieron con sus herramientas y ganas de trabajar. Como no podía ser menos, José Luis Prada también acudió a la cita y pala en mano, colaboró en la labor.

Ahora, queda esperar a la celebración de la fiesta de San Pelayo, que se celebrará a finales de junio, para poder disfrutar de la ruta de bodegas y compartir con los vecinos las historias que envuelven esta nueva aventura para Santalavilla.

Fotos y texto: Fede Bayo.