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Pago de los Abuelos, un proyecto de recuperación de viñedos centenarios en Cabrera

Se trata posiblemente del viñedo más antiguo de D.O. Bierzo

Nacho Álvarez es un joven enólogo que en 2015 decidió emprender su propio proyecto vitivinícola en la comarca de Cabrera. Su objetivo era recuperar los viñedos centenarios que habían pertenecido a sus abuelos y a los de su esposa, Ruth Álvarez, y elaborar vinos de montaña con personalidad y calidad.

Así nació Pago de los Abuelos, una bodega que cuenta con 6 hectáreas de viñedo repartidas en 35 parcelas, situadas entre los 400 y los 700 metros de altitud. Este enólogo cabreirés no es un novato en el mundo del vino. Antes de lanzarse a su aventura personal, trabajó como enólogo en varias bodegas de prestigio. Su trayectoria profesional le valió el reconocimiento de la revista Wine Advocate, que le otorgó el premio al enólogo revelación joven en 2016.

Pero Nacho Álvarez quería ir más allá y poner en valor el patrimonio vitícola de su familia y de su tierra. Por eso, se propuso rescatar los viñedos abandonados o en peligro de desaparición que habían sido plantados por sus antepasados entre 1888 y 1910. Se trata de viñedos viejos, de baja producción, pero de gran calidad, que se adaptan a las condiciones climáticas y geológicas de la zona. La mayoría de ellos están situados en laderas escarpadas, lo que dificulta su cultivo y requiere un trabajo manual y respetuoso con el medio ambiente.

Los viñedos de Pago de los Abuelos se distribuyen en tres zonas: San Pedro de Trones, Puente de Domingo Flórez y San Juan de Paluezas. Cada una de ellas tiene sus propias características y aporta su singularidad a los vinos. La variedades principales de uva de estos viñedos son Godello y Mencía, cultivadas y vinificadas bajo principios de agricultura ecológica, pero también hay otras variedades minoritarias, como la Garnacha Tintorera, Aramon, Palomino Fino, Estaladiña o Negreda.