La marca de los cobardes
Desde que el mundo es mundo, hay un porcentaje de personas, que quizás ahora este creciendo, o tal vez es porque tenemos más acceso a información, que en otros momentos no había, y parece que proliferan como las setas.
Cada uno somos únicos y especiales, sin condicionamientos de sexo, color, riqueza, poder o cociente intelectual.
Dentro de la amalgama de personas, hay unas que se destacan, por ayudar y hacer lo mejor cada día, aún a sabiendas de que muchas acciones, son mal hechas o mal interpretadas, el suceder de un día normal de vida.
Existen otras, (yo quiero pensar que una minoría), que amparados, por la forma de actuar o en horas intempestivas, cuando no son las cosas como han pensado, no dudan en manipular, inventar y lo peor vengarse en unas criaturas, menos avanzadas que el ser humano, como plantas, animales, e incluso en formas inanimadas, como posesiones.
Este tipo de persona, sin son molestadas,(que todos molestamos), no dudan en descargar su venganza, contra un gato, un perro u otro animal, incluso quemando sembrados, o cercenando plantaciones, para vengarse, y descargar la rabia, de no haberse salido con la suya.
No hace muchos días, tuve la fortuna o el infortunio, de ver el golpe, pero no la mano, de uno de estos energúmenos. Como un perrito, molestaba a una perra, que estaba en celo, no dudó en darle un escarmiento a dicho can, y de un golpe certero, le dejo sin la visión de un ojo. El animal, podía molestar, ¡pero es que es su instinto!. Tan simple, como castrar la perra, o tenerla encerrada.
También hace algún tiempo alegando que algunos perros entraban en las perreras, alguien no dudó en sacar la escopeta dándole un tiró a otro perro chiquito, que solo pudo alcanzar la puerta de su amo, para morir en ella.
En otras ocasiones a sabiendas, de que los dueños no están en su casa, rajar las ruedas del auto, deficiencias en la vivienda…. y un largo etc.
Estos no dudan, en pasar una guadaña, una hoz, o aplicar cualquier herbicida, para amparados por la noche, quemar lo sembrado de sus convecinos, por que no piensan como ellos, y lo peor de todo, no defienden los colores, ni las ideas políticas que profesan.
Quiero creer que tienen tanto, dolor y tanta rabia dentro, que no son capaces de discernir, lo correcto. Pues de otra forma, y es algo a lo que me resisto, en su vida hay solo maldad.
Y lo peor de todo, que aunque se intuye, nunca se sabe con exactitud si han sido, y como es mejor no juzgar, sin estar muy seguros, casi siempre se van de rositas, sin que nadie le de un escarmiento.
Sinceramente pienso, que aunque equivocados y actuando a veces mal, todos aún esos aludidos, tenemos una pequeñísima luz de bondad en nuestro interior.
Ojalá puedan verla…