¿De dónde viene la miel?
El actual etiquetado en España no incluye el porcentaje de miel correspondiente a cada país
Una directiva comunitaria del año 2001 es el origen del actual etiquetado, esta normativa habilita a cada Estado de la Unión más o menos específica en relación al origen del producto. En España, un real decreto del año 2003 permite varias opciones en la etiqueta “mezcla de mieles originarias de la UE”, “mezcla de mieles no originarias de la UE” o “mezcla de mieles originarias y no originarias de la UE”, de esta forma puede etiquetarse cualquier miel con un porcentaje de tan solo un 1% de miel europea. Ni siquiera existe la obligación de ordenar los orígenes en función del volumen de materia prima procedente de cada país.
Ahora la Comisión Europea rechaza la propuesta realizada por el Ministerio de Agricultura, a petición de los productores, en la que España solicitaba que en el etiquetado de cada tarro de miel figurase tanto la procedencia de la miel como los porcentajes respectivos a cada origen y que permitiese al consumidor que defiende el producto autóctono optar por la miel local.
España importa cada año unas 30.000 toneladas de miel en su mayor parte procedente de China, cantidad similar a la que producen los apicultores españoles anualmente con 2,8 millones de colmenas en todo el país, exportando más de 20.000 toneladas de miel principalmente a la UE y a los países árabes. El coste medio de producción de un kilo de miel en España ronda los tres euros, la miel que llega a España desde el extranjero, especialmente de China, suele ser de menor calidad que la autóctona con un precio medio de entrada menor a los dos euros.