El seranu

Caminos

Y como arrugas en la propia piel aparecían los caminos surcados entre los montes, entre los pueblos, entre barrios, caminos para el ganado, caminos reales, como un único nexo de unión entre unos y otros, caminos que unían y caminos que separaban pero siempre caminos, siempre caminar.

Largas veredas, a veces senderos entre valles, entre sierras, largos caminos de polvo, de barro, caminos transitados y algunos ya olvidados.

Aquellos caminos por los que discurría la vida, aquellos caminos que se hacían al caminar, paso a paso, con marca, caminos con dificultades, hacia adelante a veces incluso hacia atrás, caminos con nostalgia y caminos difíciles de olvidar.

Caminos sinuosos, que llevaban y traían, que se forjaban paso a paso con la dura huella del caminante.

Caminos de ida y caminos de vuelta, pero siempre caminos y siempre caminar.

Caminos de nieve, de lluvia,bajo el sol,caminos de día, caminos de noche, caminos de piedra y caminos de emigrantes.

Porque la vida sin camino no es vida y el camino sin vida no es caminar.