Reportaxes

Santalavilla un pueblo con más de dos mil años de historia

Esta localidad cabreiresa es una de las más antiguas de esta comarca y de las primeras en disfrutar de corriente eléctrica

Santalavilla es un pueblo Cabreires que pertenece al Municipio de Benuza, su situación ubica al norte con Ferradillo, noroeste con Voces y noroeste con San Adrián de Valdueza, al oeste con Pombriego, al este con Llamas de Cabrera, al sur y suroeste con Yebra, y sureste también con Llamas de Cabrera. Situado a 605 metros de altitud, resguardado al margen derecho del trazado del río Cabrera entre ambas faldas de la montaña por donde discurre el arroyo de La Guiana y el arroyo de Ulver. Por encima del pueblo se puede observar el Alcornocal de La Prana, y en dirección oeste hacia Pombriego el de La Corona, son los más norocidentales de toda la provincia Leonesa.

Es un lugar tranquilo y silencioso, aunque por su belleza, historia y su proximidad con el pico de La Guiana atrae a muchos senderistas apasionados por el paisajismo e historia. San Pelayo es su patrón, y homenajeado el 27 de junio.

En época de la edad media se le conocía como Sanctum Alexandrum ( San Alejandro ) a esta peculiar localidad de Santalavilla.

En la entrada de la localidad se puede ya observar parte de su historia en tiempos romanos, donde se encuentran al paso del transeúnte , hoy las llamadas bodegas y escavadas en su rojiza montaña a modo de galerías en todo su trazado hasta las primeras viviendas , y encontrándonoslas también después más desperdigadas a lo ancho y largo de la localidad.

Podemos apreciar una gran actividad minera derivada de cuando los romanos ocuparon la comarca de Cabrera. Efectivamente, Santalavilla se asienta sobre los restos de una antigua mina de oro romana, la explotación de este yacimiento se pudo realizar aprovechando el trazado del canal C-0 que transportaba el agua a la explotación aurífera de Las Médulas, aprovechando su paso justo por la parte alta de esta población. En esta situación más alta en dirección este se puede observar un Aluvión Rojizo Aurífero a modo de garganta, posiblemente donde se iniciaron estas labores mineras, frente a este Aluvión existe un pequeño promotorio (colina) habitable como asentamiento castreño, con unas dimensiones reducidas indicándonos que ahí existió una pequeña población romana. Es muy destacable y llamativa la gran extensión del depósito de murias (cantos rodados) que se encuentra en el margen del río Cabrera a la altura de la parte baja del pueblo donde desaguaban las galerías de esta mina de oro; hoy parcialmente recubierto de encinas y alcornoques, pero bien apreciables estos restos por el color verdoso con una gruesa capa de musgos y líquenes que han colonizado a lo largo de los siglos la superficie de estos cantos silíceos. Todas estas labores mineras se corresponde con el gran complejo minero vecino de Llamas de Cabrera descubierto por el investigador e ingeniero de minas Roberto Matías en el año 2002.

Sobre los senderos que rodean el pueblo, podemos apreciar en situ varios tramos empedrados que en su día fueron “vías militares romanas” de paso, por la cual desarrollaban sus labores comerciales, uno de ellos, el más conocido fue el paso al Aquiana (Guiana) por donde se comunicaba y se sigue comunicando Cabrera con la vecina comarca Berciana.

Santalavilla, al igual que toda Cabrera perteneció y pertenece a la gran historia de la Tebaida Berciana, donde hubo un número importante de monasterios y ermitas en épocas medievales, posiblemente entre doce y quince monasterios estaban en estas tierras Cabreiresas de los que algunos podemos aquí citar como : San Pedro de Forcellas, San Alejandro, Santa Marina, Santa María, San Juan, Santa Eulalia de Cabrera, San Miguel,San Vicente, San Verísimo de Cabrera, San Cosme y San Damián de Intranio, El Salvador y La Estrella entre otros.

Pero sin duda de todos estos los que más marcaron la historia fueron San Pedro de Forcellas y San Alejandro, situados en territorio de Santalavilla.

Este Monasterio de San Pedro de Forcellas se encontraba en el valle de Forcellas muy cerca de Santalavilla, por el paso del arroyo del Guiana, situado en el empalme de dicho arroyo con el de Ulver ( los historiadores lo llamaban río, y algunos lo confundían con el río Cabrera)con gran caudal de agua, siendo en su día territorio de la tenencia de la Merindad de Ulver (hoy castillo de Cornatel),en el prado de “La Campana “ y el de “San Pedro”. A día de hoy son aún muy visibles sus restos.

Las primeras referencias que se encuentran en este valle de Forcellas designaría un núcleo de poblado romano, encargado de la logística de las múltiples labores mineras de la zona, y posible capital del distrito Aurífero de Cabrera; el inventario de las trece diócesis del noroeste, redactado entre los años 572 y 582, nos informa de centros administrativos asociados a núcleos de producción, minas, imperios comerciales, etc., unidades destacadas dependientes de las diócesis, las advocaciones de todas las iglesias eran a Santa María o San pedro. La coincidencia del parroquial suevo con las cecas visigodas (casas de acuñación de moneda ) del noroeste da una idea de centros de producción asociadas a parroquias dependientes de una sede episcopal. Este sistema monetario visigodo esta copiado del romano, los trientes ( moneda visigoda) fué perdiendo calidad de aleación con el paso del tiempo. Se conoce la existencia de tres monedas acuñadas en Forcellas entre los años 603 y 650, en la época que San Fructuoso se instaló en San Pedro de Forcellas, recordando que este santo funda sus monasterios en las próximas a zonas mineras y establecía contactos con Oriente. En esas épocas de acuñaciones de monedas en Forcellas, fueron los gobernantes Witerico (603-610), Suitila (621-631), Chindasvinto (642-649).

En el siglo VII, donde ya se interrumpe todas estas actividades comerciales, agotadas estas explotaciones y abandonadas las labores mineras en el noroeste comienza la involución de Forcellas,quedando prácticamente desavitado, hasta su destrucción, sufriendo inundaciones y otros males, transladandose toda su población a San Alejandro (Santalavilla ) a menor altitud mejores recursos. El Rey D. Ramiro tiempo después dono al obispo San Genadio y a la Catedral este núcleo de San pedro de Forcellas, del que fue despojado tiempo adelante y en su posesión reintegrada en el año 1142 por Doña Elvira ( Señora de Rivera ) hija del rey Don Alfonso VI y la Berciana Jimena Muñiz tenente de Ulver.

Tras el abandono de Forcellas, aparece en las escrituras Sanctum Alexandran ( San Alejandro ) en Santalavilla; esta advocación a San Alejandro es claramente oriental y posiblemente relacionada con el comercio internacional que allí existió. En el año 915 aparece la donación del obispo San Genadio al sacerdote Genemaro y a los monges que allí vivieran en el monasterio de la villa de San Alejandro con todas sus pertenencias para su sustento, este posible monasterio visigodo siempre dependiente del de San Pedro de Forcellas y perdurando hasta el siglo X. El monasterio y la población pervivirían en la etapa suevo-visigoda, agrupándose los habitantes en Santalavilla,el monasterio desaparecía,para formar parte de la dependencia del obispo o de otros monasterios.

En el año 1520 finalmente se constituye en una prospera villa Realenga, disponiendo de su propio juzgado,cuartel,cárcel, etc. El pueblo a día de hoy permanece en el olvido para las instituciones, pero, no, para los amantes de la naturaleza y la historia.


Artículo publicado en la revista La Fixuca (agosto de 2019). Consíguela en nuestra tienda.