El seranu

Martiniño

Era al atardecer, yo tenía todo preparado, pues me esperaban unas vacaciones muy deseadas, necesitaba ir al mar, mis piernas ya se negaban a andar sobre hirvientes aceras o por resecos caminos, no había una pizca de tierra fresca… y o me marchaba a buscar mi amado mar, o mis neuronas terminarían tan secas y recalentadas como las puñeteras aceras que me me producen tanta angustia como ansiedad, para cualquier sitio que mirara sólo veía tierra reseca y agrietada las pocas flores que quedaban estaban llenas de avispas asiáticas, que habían dado buena cuenta de toda la fruta de mi huerta, yo no podía más, era imposible había bichos por todas partes, que me ponían muy mal cuerpo… nada, no sé podía hacer nada, sólo mirar al cielo un día y otro día, para ver si había alguna nube grande o pequeña, en forma de dragón o de la torre de la iglesia, daba igual yo lo único que quería era que lloviera… (¡bueno en eso mi deseo no ha cambiado sigo queriendo lo mismo!)

Así que decidí preparar la maleta e ir a buscar la masa de agua que se balancea unas veces con fuerza y otras suavemente, haciendo dibujos de espuma en la arena que a mí me da sosiego, me devuelve la ilusión y la alegría por lo menos por unos cuantos días…

Pero ésa noche tuve una visita inesperada, cuando me iba a dormir, para poder madrugar al día siguiente, cuando mire para el techo por si había alguna araña que me hiciese un mal trabajo cuando yo no estuviera en casa.., y o sorpresa en la moldura por encima de mi puerta allí estaba ésta hermosura, cuando la vi, pensé hola has venido a despedirte ¿y ahora que hacemos? ¡yo, me tengo que marchar mañana temprano, no puedo dejarte aquí!

Él o ella, me escuchó, pero no tenía intención de volver por dónde había venido, corrió por la moldura adelante y se quedó ahí pegado, me miraba con unos ojitos que yo no me atrevía a hacerle nada.., bueno pues ahí te quedas, mañana hablamos… pero al día siguiente él ya no estaba..y no tengo la menor idea por dónde se fue. Creo que vino a desearme un buen viaje y desapareció, yo volví de las vacaciones, pero no lo he vuelto a ver, Martiniño , cuando quieras vuelve que yo te trataré con todo el cariño.