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Los juzgados de Astorga buscan al antiguo presidente de la junta vecinal de Villar del Monte

La guardia civil se presentó ayer en la localidad cabreiresa preguntando por el prófugo de la ley, ya que no comparece al llamamiento judicial según informa el juzgado

La despoblación de los pueblos no sólo trae grandes males como que multinacionales dedicadas al sector energético quieran aprovecharse de los recursos de los pueblos, sino que también reaparece con más intensidad el caciquismo que siempre asoló la tierra leonesa. Antes, las decisiones de las juntas vecinales se realizaban mediante «conceyu». Ahora, con un puñado de votos, el cacique del pueblo se erige pleno en derecho para hacer lo que quiera con los bienes de la comunidad.

Después de las ultimas elecciones, la junta vecinal de Villar del Monte cambió de manos, escogida democráticamente entre sus vecinos. Las consecuencias fueron que toda la documentación pública de esta administración tiene que trasladarse para los nuevos gobernantes. Pero en este caso no fue así. La anterior junta vecinal, con las prácticas comunes más cercanas a un totalitarismo que a una democracia, decidieron no entregar la documentación y convocar a los vecinos en reunión para ponerlos en contra de la nueva junta vecinal, tal y como han afirmado algunos de ellos a este periódico.

Ante la falta de colaboración, la actual junta vecinal ha denunciado los hechos ante el juzgado nº 1 de Astorga. Y este ha informado que el «anterior presidente en calidad de investigado se encuentra en ignorado paradero, no compareciendo al llamamiento judicial efectuado en el domicilio obrante en autos, no recogiendo las citaciones remitidas por correo certificado y siendo ésta una práctica habitual»

Es por ello que ya que «dicho imputado intenta sustraerse de la acción de la justicia, este juzgado procede a adoptar como medida cautelar su búsqueda, detención y presentación ante el juzgado, o el de guardia del lugar donde sea hallado y llamarle a requisitorias en el modo y forma que previene la ley». Es por ello que la guardia civil se presentó en la localidad cabreiresa de Villar del Monte en su búsqueda.

Fuentes consultadas por este periódico afirman que la anterior junta vecinal se autoasignaban el coto de caza sin sacarlo a subasta pública para rebajar el precio y quedárselo ellos mismos, amen de otras prácticas como adjudicar los pastos del ganado a un coste inferior del que establece la junta por cabeza de ganado. Estas prácticas tan habituales entre los pueblos de la comarca, consiguen que no se destinen los recursos necesarios para evitar frenar la despoblación.