La facturación de la exportación de pizarra aumentó un 14,5% más que el año anterior
Estados Unidos ha aumentado su participación en un 20% en las exportaciones de este mineral, lo que lo convierte en el tercer país con mayor demanda del mismo
A pesar de la crisis que afecta a todos los sectores, la exportación de pizarra logró cifras récord el año pasado y obtuvo un balance positivo en el 2022.
Durante el año pasado, la venta de pizarra a países extranjeros registró una facturación de 371,95 millones de euros, lo que supone un aumento del 14,5% con respecto a 2021. Este incremento se debe en gran medida al aumento del 20,7% en el precio medio por tonelada, impulsado por el aumento del costo de factores como el gasóleo, los aceites, los palets de madera y los explosivos. Las empresas del sector indican que los costos también han aumentado en línea con otros sectores productivos, pero el precio del producto ha aumentado debido a su alta calidad.
Es interesante observar que, aunque el número de ventas de pizarra disminuyó un 5,6% en comparación con el año 2021, se vendieron más de 450 toneladas. Francia se mantiene como el país que más confía en la pizarra, con una adquisición de 203.077 toneladas del producto.
Por otro lado, las compras de pizarra por parte de Alemania y Reino Unido disminuyeron, con una adquisición de 125.681 toneladas, lo que supone una disminución del 12% con respecto a ejercicios anteriores. Alemania compró 52.174 toneladas, un 14% menos que el año anterior.
Actualmente, se deposita la confianza en Estados Unidos en un futuro, ya que aumentó en un 23% la adquisición de pizarra en comparación con el ejercicio anterior, alcanzando las 11.091 toneladas. Es importante destacar que la disminución de los costos de fletes marítimos genera expectativas de aumento de las ventas en este mercado, dado que el envío de contenedores se ha reducido a la mitad.
El sector de la pizarra se enfrenta a un problema en cuanto a la falta de mano de obra calificada, debido a que en los últimos años se ha implementado una mayor mecanización en la producción, lo que ha reducido la necesidad de trabajo manual y ha permitido optimizar costos y mejorar la seguridad. En consecuencia, las empresas del sector necesitan cada vez más personal con formación profesional y técnicos, y menos personal productivo.
