El sentayu más guapo de Cabrera Alta

Bancos más bonitos del mundo hay en muchos lugares, incluso en Riaño está el de la provincia de León, pero el sentayu… eso es de Cabrera

El sentayu más bonito de Cabrera Alta se encuentra en la localidad de La Cuesta. Y no es que lo digamos nosotros, sino que lo dice el paisaje que se puede ver desde allí. No cabe duda que las vistas desde este lugar son impresionantes, sobre todo al atardecer. Ubicado cerca de Llamacueva, en La Cuesta, el sentayu más bonito de Cabrera Alta tiene unas vistas privilegiadas del castiellu  de Peña Conde Ramiro, de la sierra de Cabrera y sobre todo del lago glaciar de Truitiellas y sus alrededores, además de los picos Vizcodiellu, y El Cabezu. Este sentayu es una de las mejores cosas junto con una fuente cercana y el museo agrícola, que hacen que cada vez vengan más turistas a descubrir la localidad.

El sentayu más bonito de Cabrera Alta

El sentayu más bonito de Cabrera alta surgió hace unos años como una iniciativa de la junta vecinal de La Cuesta, con el fin de dotar a un camino por donde va mucha gente a pasear de bancos y asientos para sentarse. Y desde luego que ha dado resultado, puesto que se ha convertido en un sitio imprescindible si visitas la localidad. El sentayu es inconfundible. Se encuentra situado al lado del camino, en medio de la nada, pero a la vez de todo,  y justo delante, las vistas del valle glaciar de Truitiellas.

Cómo llegar

El sentayu  se encuentra en un camino que surge a la entrada del pueblo de La Cuesta en dirección al cementerio de la localidad, dirección noroeste. Se trata del camino de los praos de Llamamisines, pero también es un camino que lleva a la leyenda y a la fuente de Llamacueva, un manantial situado bajo una peña, a modo de cripta. Después de dejar el cementerio a mano derecha continuamos por la senda, y pasada una vivienda a mano izquierda aparecen los praos. Llegamos a una curva que gira hacia la izquierda y sube hacia las tierras de Llamasdeencarro y posteriormente a  Llamacueva. Continuamos el camino y aparece nuestro sentayu, y cerca la fuente de Llamacueva.

De la propia piedra mana el agua que con el paso del tiempo ha formado un cuenquín donde sorber un agua que se antoja deliciosa, no por el sabor, sino por el lugar tan espectacular. Para llegar a este paraje, hay que dejar el camino y adentrarte entre las tierras de labranza hasta llegar a las peñas. Vigilada esta fuente por un arco de rosas silvestres, hay que descender y dar la vuelta para entrar en esta especie de caverna natural.

La leyenda

Los ancianos del lugar cuentan leyendas de este paraje, las serpientes eran las mayores protagonistas de esa zona. Es creencia general y muy común en Cabrera que las culebras y las víboras maman tanto de las vacas, como de las mujeres. Los mayores cuentan como las culebras tienen un mamar muy dulce de tal forma que hipnotiza. Su narración sobre las ‘sierpes’ siempre era la misma, que iban con el ganado o con la veceira, y la mujer se quedaba dormida dando de mamar al bebé, la culebra aprovechaba ese momento con gran astucia, para separar al niño de la madre, mamar ella de la mujer y meter la cola en la boca del niño que sigue también dormido. Era común también que me contase que si dejaban en esta zona un plato de leche recién muñida de las vacas, se acercasen culebras y sobre todo víboras a beber tan preciado tesoro.