El Obispado de Astorga cierra todos los templos y se cancelan todas las misas
También se cancelan las celebraciones de semana santa por el momento
Los rápidos cambios que provoca el contagio creciente de la población por el coronavirus Covid-19 y las nuevas medidas que han tomado el gobierno de España, los gobiernos autonómicos de Galicia y de Castilla y León y las autoridades sanitarias que están pendientes de esta pandemia, han creado en pocas horas una nueva situación que pide una urgente y responsable toma de decisiones con respecto a la cancelación de las celebraciones litúrgicas.
Así, pues, se comunica a todos los sacerdotes, comunidades de vida consagrada, parroquias, cofradías, asociaciones, residencias, colegios religiosos y fieles en general presentes en la diócesis las siguientes medidas de actuación y prevención:
1. Hasta nuevo aviso quedarán cerrados todos los templos parroquiales, iglesias y capillas y suprimidas todas las Misas en los mismos, no pudiendo tener celebraciones sacramentales ni actos de piedad con personas que libremente tengan acceso. Así pues, se dispensa a los fieles cristianos de la diócesis de la asistencia a la Eucaristía, los domingos y fiestas de precepto. Se puede seguir la santa Misa por televisión o radio, así como por otros dispositivos electrónicos. La comunión espiritual es una práctica tradicional de la Iglesia que hemos de recuperar en estas dolorosas circunstancias, y puede ser ocasión de santificación y de comunión eclesial.
2. Igualmente, quedan suspendidas, por el momento, las diversas celebraciones previstas para la Cuaresma y la Semana Santa en todas nuestras iglesias. En este sentido, hacemos saber también que las Juntas de Cofradías de Semana Santa de Castilla y León oficialmente han suspendido todas las actividades públicas, organizadas por las Cofradías y Hermandades de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, tanto durante la Cuaresma como en la próxima Semana Santa.
De todas formas, llegada la Semana Santa, daríamos algunas indicaciones, si procediesen, relativas a la celebración en la Catedral de la Misa Crismal y a la celebración en los templos de los actos litúrgicos correspondiente al Triduo Pascual.
3. Asimismo, hasta nuevo aviso, se suprime cualquier otra celebración sacramental (rito del matrimonio, bautizos, primeras comuniones, confirmaciones y penitencia comunitaria). Se mantendrá esta medida hasta que sea posible reemprender sin riesgo para la salud pública la normalización de estos importantes momentos de la vida cristiana.
4. En relación con la celebración de funerales y exequias se aplica la misma restricción en las iglesias y demás templos. En este caso, se procederá, lógicamente, al entierro del difunto con alguna sencilla oración directamente en el cementerio sin entrar en el templo, y se pospondrá la Misa de funeral en la iglesia para más adelante.
5. Los sacerdotes estarán disponibles para atender ministerialmente en estos difíciles momentos al pueblo que se les ha confiado. A puerta cerrada, se les invita a celebrar diariamente la Santa Misa en privado o con algunas pocas personas de su elección, como ayer indicaba la nota de la Conferencia Episcopal, ofreciendo al Señor lo más grande que Él pone en nuestras manos con el memorial de su amor redentor.
6. Las circunstancias actuales hemos de aprovecharlas también como una llamada a la oración puede ser una buena ocasión para rezar en familia el Santo Rosario a la Santísima Virgen María, de leer el Santo Evangelio de estos días, de orar por los enfermos y por las personas que les atienden y les cuidan, de encomendar también a los fallecidos por esta inesperada pandemia.
Estas medidas quieren ser una llamada a cuidar nuestra salud corporal y espiritual y a colaborar con el conjunto de la sociedad en estos momentos tan críticos y excepcionales.