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El fuego que seca el grifo: los incendios han obligado a suministrar 118.000 litros de agua potable en pueblos leoneses

Seis localidades leonesas y bercianas necesitaron cisternas o reparto de agua embotellada por los efectos de los históricos incendios forestales del verano en la provincia

Los gravísimos incendios forestales del verano de este año no solo dejaron un rastro de devastación en los montes de León, calcinando cerca del 10% de la superficie forestal de toda la provincia. También han causado daños colaterales de impacto directo sobre los pueblos de las comarcas leonesas afectadas y sus vecinos, en concreto de manera grave al comprometer el acceso al agua potable.

Según los registros oficiales de la Diputación de León más actualizados, hasta seis localidades tuvieron que recibir suministros extraordinarios de agua, en principio mediante camiones cisterna y en las últimas fechas con la entrega de botellas de agua mineral, por motivos que estuvieron directamente relacionados con los fuegos. El cálculo total del agua que se ha tenido que suministrar directamente a los pueblos afectados por los siniestros forestales se ha elevado a fecha de hoy a 118.000 litros de agua potable.

Parte de ellos vieron comprometidas sus redes e infraestructuras que llevaban el agua a sus grifos y otros, especialmente ahora en otoño y tras las primeras lluvias, por la contaminación de los puntos de ríos o acuíferos de donde se suministran las poblaciones, a causa de las cenizas arrastradas.

El área de Infraestructuras, que dirige el vicepresidente de Unión del Pueblo Leonés (UPL) en la institución, Roberto Aller, ha sido la encargada de gestionar las soluciones de restricción, teniendo en cuenta que aparte de los siniestros forestales, el año y el verano ha provocado otro tipo de problemas en el suministro. Así, por motivos bien de averías o por la disminución del caudal de los ríos o acuíferos, la institución provincial tuvo que repartir sobre todo en verano un total de otros 850.000 litros entre otros 14 pueblos más.

En el caso de la afección directa de los fuegos, cuatro pueblos precisaron abastecimiento de emergencia mediante cisternas. Yeres y Salas de la Ribera, ambas pertenecientes al Ayuntamiento de Puente de Domingo Flórez, fueron las más afectadas. En Yeres, cuando las llamas ya había arrasado buena parte del paraje protegido y pueblos de Las Médulas, la Diputación tuvo que enviar dos cisternas consecutivas el 12 y 13 de agosto, con 40.000 y 20.000 litros, respectivamente, sumando 60.000 litros en apenas dos días. Salas de la Ribera, por su parte, necesitó asistencia más prolongada, con 20.000 litros el 31 de octubre y 10.000 litros el 3 de noviembre, debido a la persistencia de los efectos del fuego sobre los manantiales de suministro. El Ayuntamiento tuvo que emitir un bando para impedir que nadie se llevara a la boca el agua en octubre.

A ellas se sumaron otras dos localidades: Sorbeda del Sil, en el municipio de Páramo del Sil, que recibió 10.000 litros el 19 de agosto, y La Baña, en Encinedo, donde se entregaron otros 10.000 litros el 21 de agosto. En conjunto, estos cuatro pueblos acumularon 110.000 litros de agua en cisterna distribuidos.

El impacto del fuego sobre el agua no se limitó a la pérdida de caudal. En algunos municipios, los incendios provocaron problemas de contaminación en los acuíferos, lo que obligó a cambiar el tipo de suministro. Así ocurrió en Tremor de Arriba (Igüeña, incendio de Colinas del Campo) y Castrillo de Cabrera (incendio de Llamas de Cabrera), donde las restricciones se registraron justo cuando comenzó a llover y se extinguieron casi todos los incendios, desde el 22 de septiembre, ya metido el otoño. En Castrillo han sido los últimos y más recientes episodios, a finales de octubre, porque el agua del grifo sale casi negra.

Con garrafas en El Bierzo y Cabrera

En total, la Diputación distribuyó en estos casos 320 unidades de agua embotellada de cinco litros cada una entre septiembre y finales de octubre, con tres entregas en Tremor de Arriba, en la comarca de El Bierzo, y dos en Castrillo de Cabrera, en la vecina comarca cabreiresa. Sólo en agua mineral embotellada, y al margen de la empleada desde cisternas, se han llegado a repartir un total de 1.600 garrafas, que han sumado 8.000 litros.

La Diputación no descarta que los episodios se reproduzcan en estas mismas zonas o que incluso aparezcan problemas de contaminación por cenizas en otras comarcas y pueblos, por lo que se garantiza que toda solicitud en este sentido será atendida con la mayor diligencia.

En el conjunto provincial y teniendo en cuenta todo el año, la Diputación ha movilizado 960.000 litros de agua mediante cisternas hasta comienzos de noviembre de 2025, sumando todo tipo de incidencias.