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Christian Barrio en la IX Feria del Llibru de Cabreira

Este 11 de octubre presentará su segundo libro, «Manuela», donde cuenta la historia de su bisabuela, «escapada» al monte

Christian Barrio tiene una querencia especial por las personas anónimas con pequeñas grandes historias sobresalientes. Y si estas historias conforman, además, la esencia de su familia, este autor valdeorrense da el máximo de sí mismo. En su primer libro, Christian Barrio contaba la historia de su abuelo originario de La Baña. En esta ocasión, la protagonista es Manuela, su bisabuela, cuya historia había sido ignorada por su familia hasta que Christian buceó en ella.

Vienes por segunda vez a la feria del llibru de Cabreira con una obra, Manuela, que es muy personal…¿Quién es Manuela?

Manuela fue mi bisabuela, que definiría como mujer prototipo del medio rural del siglo XX: campesina y sufridora. En enero de 1939, se echa al monte junto con su hermana y sus primas, tras un tiroteo con la guardia civil ocurrido en su casa. Ella vivía con su familia en Casaiosuso, que es el barrio de Casaio más próximo al río. En Casaio se puede decir que había mucha implicación de la guerrilla antifranquista con la población. Ya en el monte, estará, entre otros, con “El Bailarín”, quien era su primo.

La obra está ambientada en la posguerra, años duros, y en un lugar también agreste en aquella época como lo eran los Montes de Casaio…¿Cómo te documentaste para escribir esta historia?

En primer lugar, hay que decir que el detonante de para escribir esta historia está en un documental del año 2007 sobre la mina de wolframio de Valborraz [Lobos sucios, de Felipe Rodríguez Lameiro]. En este documental aparece ya mi bisabuela, quien también trabajo en estas minas. Al visualizar su testimonio, tanto yo como mi familia nos dimos cuenta de que había ciertas incongruencias en sus palabras, sobre todo en lo que se refiere a la época de la guerra civil.

En un primer momento acudí al Archivo Provincial de Ourense, donde encontré poca información. De ahí, acudí al Archivo Militar de Ferrol donde descubrí que había un dossier a su nombre de una causa judicial de más de 150 páginas. Esta información causó cierto impacto en mi familia, ya que ninguno sabía que había sido una “escapada”, una fuxida, y que, incluso, había estado en la cárcel.

 

Supongo que hacer una inmersión personal en la historia de tu bisabuela habrá sido emotivo pero también tendrá sus momentos de dureza. ¿Cómo te has sentido al escribirla?

Puedo decir sin ningún género de dudas que ha sido gratificante. En un principio, tenía una especie de dilema moral acerca de si la voluntad de mi bisabuela era ocultarlo o si aquellas pequeñas pistas que fue dejando fueron para que saliese a la luz. Porque, he de decir, que, aunque en la familia nadie sabía nada de lo que se cuenta en el libro, tampoco se sorprendieron mucho. La primera sorpresa de alguna manera fue al ver el documental ya que habló de manera más abierta ante las cámaras que ante su familia.

Eres una persona muy ligada a su tierra, Valdeorras y, Casaio concretamente, ¿cómo transmite ese amor a la tierrina en tus obras?

Aunque yo nací en O Barco, donde realmente siento la esencia de mis raíces son los pueblos de mi familia: Casaio, La Baña y San Vicente de Leira, que, lamentablemente, este verano se quemó en parte. Yo siempre he hecho mi vida entorno a estos lugares, mi infancia, mis planes, etc…siempre han estado ligados a estos lugares.

Al desarrollar los comportamientos de tus personajes, tu bisabuela y tu abuelo en el caso de “El último guarda”, ¿te trasladas tú mismo a esa época? ¿Cómo hubieses vivido tú aquellas situaciones que se describen?

Lo cierto es que lo intenté. Cómo vivían en esa época y en esas circunstancias…Aunque yo creo que la mayor traslación es ir directamente a los lugares por los que transitaron los protagonistas de esta historia. Y de los que he visitado para esta obra, el más revelador de ellos ha sido el Teixadal, que se vio afectado por los incendios de este verano precisamente.

Valdeorras y Cabreira son comarcas hermanas. Casaio comparte montes con La Baña, ¿cómo ves tú el desarrollo de estas comarcas?

Yo soy positivo en cuanto al desarrollo de estas comarcas. Aunque es verdad que la despoblación es un factor a tener en cuenta, yo creo que en estas dos zonas se están haciendo cosas. Por lo menos yo es lo que veo cuando voy a La Baña, en el caso de Cabrera. Y en Casaio también hay cierta actividad.