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V Feria del Libro de Cabreira: «Gélida» y «Un lobo no tan feroz»

La escritora Vanesa Diez Rodríguez presentará en la V Feria del Libro de Cabreira sus nuevas obras para los más peques

Entrevistamos a Vanesa Diez quién el próximo viernes 20 de agosto presentará sus nuevos libros «Gélida» y «Un lobo no tan feroz».

– ¿Qué nos puede contar sobre Vanesa Diez?

Vanesa Diez es maestra de pueblo, yo creo que esa es la faceta que más me define. Soy una enamorada de los pueblos, de las tradiciones, de las costumbres. Vivo en la montaña central y enamorada también por supuesto de mi profesión que como te he dicho es ser maestra. Llevo muchísimos años ejerciendo y no podría ser más afortunada, con el cole en el que estoy, el entorno en el que estamos y las familias maravillosas, mis niños, mis compañeros… La verdad que soy muy feliz en las dos facetas, tanto escribiendo como en el cole.

– ¿Cuál es la conexión de Vanesa Diez con Cabrera?

Mi conexión con Cabrera es más emocional que de otro tipo, yo no tengo familia allí pero sí amigos, amigos muy muy queridos y además por otro lado, por si eso fuera poco, me conecto más fuertemente con Cabrera por el tema de las mascaradas de invierno que es otra de mis grandes pasiones y que todos los años procuro asistir por lo menos a los Campaneirus de la Cuesta, y a partir de ahí se forja un vínculo más fuerte con esa comarca.

– ¿Cómo es el proceso que sigue Vanesa Diez para la creación de sus obras?

El proceso de creación es un poco incómodo para los que tengo a mi alrededor porque yo, antes de escribir nada en un papel, me paso temporadas muy muy largas escribiendo en mi cabeza. No solamente trazando líneas generales sino incluso partes de texto completas. Y esos días o semanas, mi gente, mi marido, mi hija…me lo notan muchísimo. Me gusta mucho cuando salgo de paseo con los perros ir trabajando los textos en mi mente, se nota que estoy más ausente, que estoy concentrada en otras cosas y bromeando incluso con el tema de que «mamá está escribiendo en la cabeza».

Después, cuando ya tengo una parte importante de ese primer borrador mental, voy a un papel y un boli, yo soy incapaz de escribir, de partir de cero delante del ordenador. Siempre, siempre, siempre las primeras escrituras y las primeras correcciones, pero varias de ellas, van con papel y boli, escritas además en «vanesiano» que es un idioma que casi nadie entiende, solo yo, porque voy a toda velocidad, cambiando, poniendo, con flechas, con líneas, con abreviaturas… y cuando ese borrador ha dado cuatro o cinco vueltas en papel y boli ya lo paso al ordenador, lo observo, lo leo en voz alta… siempre todos mis textos, bueno, los míos porque me has preguntado por el proceso de creación, pero, todos los textos que son importantes para mí por un motivo u otro, los leo siempre en voz alta. En voz alta cambian mucho, a veces para mejor, a veces para peor. Me interesan muchísimo los ritmos, las métricas de las oraciones… te hablo de textos en prosa, ya si es en verso aún más, claro.

Cuando ya lo he leído veinte mil veces y lo he corregido otras veinte mil en el ordenador, entonces ya puedo pasar a mostrárselo a alguien. En realidad me he saltado un paso, porque antes de que esté el texto completo, a veces solo tengo una palabra, un nombre de un personaje, un título, una idea, o dos párrafos… la primera persona con la que lo comparto siempre es con mi hija. Le digo «tengo esta idea, me gustaría ir por aquí» o «saqué tres párrafos de esto», la mitad de las veces esos textos no salen adelante, escribo muchísimo muchísimo y acabo con una centésima parte de lo que empiezo y ella siempre es la primerísima que lo ve. Pero bueno, cuando ya está todo completo, ya se lo enseño a otras personas que no sean Jara, que es mi hija, a mis amigas de más confianza, a mi familia…y a partir de ahí lo que manden las editoras claro… quita, pon, corrige, corta, cambia… y yo… pues obedezco.

– En esta quinta edición de la Feria del Libro de Cabreira presentará sus libros  «Gélida» y «Un lobo no tan feroz», ¿de dónde surgió la idea o la inspiración para la publicación de «Gélida» y «Un lobo no tan feroz»?

Lo que voy a presentar este año en la feria de Truchas son dos libros diferentes. «Un lobo no tan feroz» está editado por Bichos Editorial y era el libro que debería haber presentado en la feria del año pasado y que de hecho salió muy poquito antes del confinamiento y «Gélida» es el libro nuevo que está editado por Mariposa Ediciones, ambos ilustrados por  Noelia García Hernández, es el que llevo como novedad. Además puede que lleve una pequeña sorpresita, pero no digo nada más.

En cuanto al origen, «Gélida» y «Un lobo no tan feroz» son completamente distintos. «Un lobo no tan feroz» nace de dos momentos, uno en el que estaba reflexionando con mis niños sobre las expectativas que se tienen a veces o que la sociedad tiene a veces de un determinado tipo de persona, por tu edad, por tu aspecto, por tu raza o por tu nacionalidad… la sociedad te etiqueta por adelantado y algunas veces nos esforzamos tanto en cumplir con esos cánones que por el camino se nos olvida ser  quienes somos realmente y, como te decía al principio, muchas de las ideas les voy dando forma, las desarrollo cuando salgo de paseo con mis perros y en aquel momento tenía un perrito, que ya no está con nosotros, bueno… un perrazo muy grande y con un aspecto un poco a lo mejor intimidante si lo veías de sopetón… pero un ser cariñosísimo y tierno. Iba paseando con él y me decía «jolín, cualquiera que te vea va a pensar que eres más feroz que un lobo feroz y luego fíjate lo que eres» y con esa mezcla de ideas surgió el texto de «Un lobo no tan feroz», un lobo que se esfuerza tanto en adoptar el canon de lobo feroz que se olvida de otras cosas.

«Gélida» nace de mi gran pasión por las brujas, las brujas en general, pero las brujas malas en particular. Cuanto más chinchosas y refunfuñonas son, más me gustan. Así nació «Gélida», una bruja chinchosa y refunfuñona que ama el invierno por encima de todas las cosas y el frío, pero no porque ella lo disfrute porque le encante deslizarse por la nieve o patinar o jugar… no, no, no… Gélida ama el invierno porque le encanta como a los demás les fastidia el invierno: le encanta que no arranquen los coches, le encanta que las calles estén heladas, le encanta que los coches se congelen… porque es malísima Gélida. Así que un otoño que se prolongaba mucho y que no llegaba nunca el frío y que era un otoño de esos que tenemos a veces en León y que decimos «madre mía si había hecho frío y de repente hace otra vez calor» y estamos a las puertas de Navidad y sigue sin hacer frío de verdad… pues en uno de esos otoños, Gélida se desesperaba porque estaba deseando que llegara un invierno atroz para que a todos nos fastidiara muchísimo y a ella le encantara, pero claro, algunas veces las cosas no suceden como uno quiere…

– ¿Quiénes o cuáles han sido los apoyos/obstáculos para alcanzar el objetivo de publicar esta obra?

Los obstáculos para publicar tanto «Un lobo no tan feroz», con Bichos Editorial, como «Gélida», con Mariposa Ediciones, han sido poquísimos. Las dos editoras, Anabel, la editora de «Un lobo no tan feroz», y Marina, la editora de «Gélida», son dos personas maravillosas con las que desde un primer instante hemos tenido muy claro el proyecto común y como queríamos hacerlo. Y ¡qué voy a decir  de Noelia!, la ilustradora, que es una parte de mí ya y que me lee el pensamiento y que a veces se  adelanta y ve cosas en el texto que ni siquiera yo había visto y las plasma en una ilustración y me deja alucinada. Entonces realmente a ese nivel no se puede trabajar más a gusto y no puede ser más bonito.

¿Cuál es la pega? pues la de siempre, el poco apoyo institucional que encontramos hacia la cultura en general, y hacia la cultura dedicada a todos los públicos mucho más. También hago colaboraciones y he publicado algunas cosas que no son aptas para niños, porque los cuentos y los álbumes no son exclusivos de niños, sino que son para un rango de edades infinito. Pero cuando publicas para un rango de edades más restringido, más de adulto, te encuentras con otro recibimiento a nivel oficial te encuentras otra serie de atenciones y de facilidades… hay un ejemplo que pongo muchas veces, que parece una broma, pero es verdad… es el botellín de agua. Yo puedo contar con los dedos de la mano en cuantos sitios de los que he ido a presentar obras para todos los públicos me han puesto un botellín de agua, y sin embargo siempre que he ido a hacer cualquier colaboración o intervención en un tema de adultos siempre he tenido una botella de agua en la mesa. Como eso te podría decir pues colocar las sillas para que se sienten las personas, o estar en tiempo y forma la persona que tiene que encargarse de recibirte o abrirte la puerta, cuando vas a hacer un acto para adultos siempre están a tiempo y la hora, cuando vas a hacer una actividad para todos los públicos pues no siempre es así. Entonces, más que el problema para publicar, que yo he tenido una suerte loca, lo que sí están teniendo tanto autores como editoriales que no se dedican a textos de adultos, es una falta de consideración gorda. En el ocio que es apto para niños parece que sirve cualquier cosa, parece que no importa mucho, que cualquier cosa que les des los niños quedan contentos, y no es cierto, los niños son un público súper exigente, tienen sus gustos, iguales o diferentes a los de los adultos según en que tema sea y tienen las mismas ganas de que todo para ellos se haga con ilusión, con fuerza y con los recursos necesarios y normalmente no se tienen.

– ¿Tendremos pronto la suerte de disfrutar de una nueva publicación de Vanesa Diez?

Y tanto, tenemos un libro recién salido del horno de poemas para niños basados en personajes de los distintos estilos narrativos que suelen acompañar a la literatura infantil, libros de miedo, libros de aventuras, libros de fábulas… Hemos hecho una selección de personajes característicos de cada uno de esos géneros y sobre cada uno de ellos hemos creado un poema con métricas y estilos completamente diferentes, desde los más sencillitos como una canción de cuna o una retahíla hasta sonetos ya para niños más mayorcitos.

Yo todavía no lo he tenido en mis manos, porque acaba de salir del horno literalmente, pero voy a recoger algunos ejemplares pronto, y si todo va bien, llevaré también alguno para hacer un adelanto en la feria de Truchas.

– ¿Dónde puede el lector hacerse con un ejemplar de «Gélida» y «Un lobo no tan feroz» además de en la V Feria del Libro de Cabreira los días 20 y 21 de agosto en Truchas?

Por supuesto a la Feria los voy a llevar y están en la inmensa mayoría de las librerías de León y en otras también de otras provincias. y además «Gélida» está también en la web de la editorial Mariposa Ediciones.