Las medidas de control sanitario de la Junta abocan a un caos al sector ganadero en Castilla y en León
Las medidas aprobadas por la Consejería de Agricultura contravienen las medidas de control estatales y europeas y ya han sido paralizadas por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León
El pasado 10 de mayo la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León emitía un decreto para flexibilizar las medidas sanitarias aplicables a las enfermedades de los rumiantes. El problema sobre el que pilotaba esta medida no era otro que el de la expansión de la tuberculosis bovina. Y es que estas medidas emitidas por la Junta permitían el movimiento de animales desde explotaciones con la calificación sanitaria suspendida o retirada, lo que está «expresamente prohibido» según la normativa europea.
Varias asociaciones veterinarias de Castilla y León denunciaban la peligrosidad que estas medidas suponían para la salud de los animales así como para las personas consumidoras. La pasada semana, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) publicaba una orden con medidas urgentes e inmediatas que limitaban el movimiento del ganado bovino en Castilla y León «para evitar poner en riesgo el estatus sanitario de la cabaña ganadera».
Este lunes 5 de junio, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha ratificado la medida del ministerio. A pesar de que la semana pasada, el consejero de Agricultura aseguró que denunciarían la resolución del ministerio, la ratificación de la resolución por parte del Tribunal Superior de Justicia deja en suspenso la iniciativa de la Junta.
Todas estas medidas no han hecho más que sumir en el caos a los ganaderos de Castilla y León. Ayer mismo, un grupo de ganaderos asaltaba una delegación territorial de la Junta en Salamanca protestando por las medidas de limitación. Algunos grupos de ganaderos, incluso, han asegurado que no cumplirán la orden de limitación de movimientos al ganado bovino para parar la expansión de la tuberculosis.
