La Coordinadora en Defensa del Territorio pone el foco en el negocio de la madera quemada
Esta entidad, que agrupa a varios colectivos, alerta del posible negocio de ciertas empresas dedicadas a la extracción de la madera proveniente de los incendios de este verano
La Coordinadora en Defensa del Territorio ha puesto la atención en la diligencia de la la Junta para la extracción de la madera quemada de los incendios de este verano, en contraposición, dicen con los trabajos de prevención de incendios que no se han llevado a cabo. Y es que la Junta, publicaba el anuncio oficial acerca de estos trabajos el pasado 17 de septiembre en el Bocyl, en el que se establecía la obligatoriedad de sacar la madera quemada de los montes con la excusa de la prevención de plagas.
Este colectivo denuncia que la entrada masiva de maquinaria y camiones en las zonas afectadas, puede impedir la recuperación de los suelos y la destrucción de los pocos nutrientes y estructuras que hayan quedado, es decir, puede tener un impacto negativo en la recuperación natural de los ecosistemas, y ser una aberración por los “costes ecológicos». Argumentan que esta intervención solo podría tener algún sentido en el caso de las plantaciones de pinos, pero es mucho más discutible en el caso de los bosques naturales de frondosas, ya que la capacidad de regeneración de éstas se va a reducir si se destruyen los pocos nutrientes y el soporte estructural que queda.
La Coordinadora en Defensa del Territorio subraya la extrañeza de esta celeridad por parte de la Junta por lo que pide explicaciones acerca de la relación entre incendios y la construcción de calderas para la incineración de biomasa. También denuncian el incremento de «centros logísticos de biomasa» y sus correspondientes centrales de incineración para ofrecer calefacción, que propician un incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero y por tanto de las temperaturas, de la dispersión de contaminantes entre la población, y la progresiva desaparición de nuestros bosques autóctonos con la consiguiente la reducción de su capacidad para absorber carbono.