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Francisco Sánchez García en la VIII Feria del Llibru de Cabreira

El autor presentará el próximo 17 de agosto en Truchas su obra «Vae Victis»

– “¡Ay de los vencidos!” ¿Qué es lo que los lectores de “Vae Victis” van a encontrarse? ¿De dónde viene esta expresión?

Tal y como se explica en las primeras páginas del libro ‘Vae Victis’ es una expresión latina que efectivamente significa ‘Ay de los vencidos’. Según el historiador romano Tito Livio, el jefe galo Breno, tras haber sitiado y vencido a la ciudad de Roma, accedió a negociar su retirada de la ciudad mediante un rescate que consistiría en mil libras romanas en oro (unos 327 kg.). Los romanos se dieron cuenta de que los galos habían amañado la balanza en la cual se pesaba el oro, y protestaron ante Breno, el cual se limitó a arrojar su espada a la balanza para añadir aún más peso mientras decía ‘Vae victis!’. La frase ha sobrevivido hasta nuestros días para expresar la impotencia del vencido ante el vencedor. La victoria lo cambia todo, y por supuesto cambia también la historia, es decir, el relato de los hechos. Me pareció que era un título sugerente para la novela porque expresa todo un programa político del régimen franquista tras haber ganado la guerra civil. No se trataba tanto de un programa explícito sino más bien del talante del régimen. No había ninguna intención de reconciliación, de convivencia o de entendimiento, y por lo tanto no se pretendía la paz, tan solo la victoria, que se extendió por varias décadas, como todos sabemos.
Las lectoras y lectores de Vae Victis encontrarán una novela muy dinámica, muy ágil, donde se describe la situación de la inmediata postguerra en España en relación con el que seguramente sea el acontecimiento más determinante del siglo XX, la Segunda Guerra Mundial. Por su localización geográfica España tenía una importancia geoestratégica de primer orden para los dos bandos, los aliados, que en principio era solo el Reino Unido, o más bien, el Imperio Británico, y la Alemania nazi. Por otra parte la situación en España distaba mucho de ser estable, a nivel político era una bomba a punto de estallar, y además los guerrilleros ponían en jaque al régimen. Eran un recordatorio continuo, incómodo y muy molesto, de que la paz no se había conseguido.
De esta manera se crea un triangulo de actores que representan estos tres intereses, los británicos, cuyo representante es Cullen, un espía inglés, los alemanes, con el jefe de la Abwehr Wilhelm Canaris a la cabeza, y los guerrilleros antifranquistas. Por supuesto no podía faltar la Guardia Civil, que fue el cuerpo designado por el régimen para acabar con la guerrilla.
Tengo que decir que además Vae Victis es una novela de historia alternativa. Este género, muy poco cultivado en la literatura española, tiene importantes ejemplos en la literatura anglosajona, como «Fatherland» de Robert Harris o «The Man in the High Castle» de Philip K Dick. E incluso en épocas anteriores, precisamente parece ser que Tito Livio fue el primer autor de historia alternativa con su libro «Ab urbe condita», lo cual también me pareció muy interesante a la hora de elegir el título.

– ¿Cuál ha sido la génesis de “Vae Victis”? ¿Realidad o ficción?

La génesis de «Vae Victis» fue la necesidad de responder a la pregunta ¿Realmente, por qué no entró España en la Segunda Guerra Mundial? Todo el mundo esperaba que así fuera. Ideológicamente el régimen de Franco estaba totalmente alineado con las potencias del Eje. Además tenía una deuda económica y moral muy importante con Italia y Alemania, ya que sin estos dos países su victoria hubiera sido imposible. Durante décadas el régimen trató de instaurar la idea de que Franco fue un gran estratega, una especie de visionario que desde el principio sabía que estos países perderían. Pero esto no fue así. Franco sentía una gran admiración por Hitler y Mussolini, estaba convencido de que ganarían la guerra, y por supuesto quería formar parte del bando vencedor. Entonces, ¿Qué es lo que pasó realmente? Vae Victis explora esta realidad prestando especial atención a la lucha guerrillera y a los condicionamientos internacionales.

¿Realidad o ficción? Yo diría que ambas. Hay una gran dosis de realidad porque hay mucho trabajo de documentación detrás. He intentado ser lo más riguroso y minucioso posible porque la verdad es que me obsesiona la historia, especialmente esta historia. Pero también ficción, porque sin ficción no sería historia alternativa, y la historia alternativa nos proporciona la ocasión de dar la voz a los vencidos, de recuperar sus esperanzas, sus miedos, sus miserias y sus grandezas.

– ¿Cómo ha sido el proceso de escritura de “Vae Victis”? ¿Tiene manías a la hora de enfrentarse con el folio en blanco?

El proceso de escritura de la novela ha sido totalmente estructurado. Cada escena del libro estaba prevista. Ello supone un trabajo previo considerable, pero cuando te enfrentas al folio en blanco no tienes dudas acerca de qué es lo que quieres plasmar. Es un proceso laborioso, pero al realizarlo de esta manera la novela se convierte en un todo muy cohesivo. Además es una novela bastante coral, donde hay varios puntos de vista complementarios, lo que da una visión muy redonda.

– ¿Qué tipo de documentación llevó a cabo sobre la guerrilla antifranquista para el desarrollo de esta obra?

Los libros han sido la base de todo, en total leí más de treinta libros sobre diversos temas. No solo sobre guerrilla antifranquista, también sobre diplomacia, biografías de algunos de los personajes, preparación de los espías ingleses y alemanes, la situación de las maestras republicanas, etc. De entre todos estos libros destacaría tres. El Monte o la Muerte de Santiago Macías, a quien le estoy muy agradecido por toda la labor de investigación que lleva haciendo desde hace más de 25 años, y sin la cual yo no habría podido escribir «Vae Victis». También «El carnicero de Extremadura», un libro escrito por un guardia civil, Juan José Lozano, que narra en forma novelada la vida de un Teniente Coronel de la Guardia Civil, que estuvo encargado de exterminar a la guerrilla y que también me ha proporcionado mucha información al respecto. Y por último «Hitler’s Spy Chief», de Richard Basset, una excelente biografía de Wilhelm Canaris.

– ¿Quién es su “lector cero”, esa persona de confianza que es la primera en leer sus borradores para darle una opinión crítica?

Tengo la fortuna de tener dos lectoras de confianza. Una es mi mujer, y la otra mi hija mayor. Ambas son muy críticas y exigentes, por lo que siempre me ofrecen reflexiones rigurosas que contribuyen a que los textos sean más completos, más inclusivos, y más interesantes.

– ¿Qué recomendación daría a los jóvenes que empiezan a escribir?

Que confíen siempre en sí mismos, y que nunca dejen de aprender. La mentalidad de principiante es muy importante para no dejar de crecer y mejorar.

– ¿Qué novela le hubiese gustado escribir?

«Vae Victis»

– ¿Futuros proyectos?

Tengo varios proyectos en mente desde hace tiempo, casi todos ellos novelas históricas ambientadas en momentos clave de nuestro pasado. Creo que recuperar nuestra historia a través de novelas que aporten nueva luz y formas diferentes de narrar el pasado es una forma divertida y sugerente de aprender cosas sobre nosotros mismos como sociedad. Además, aunque parezca paradójico, el pasado nos puede aportar muchas claves para afrontar retos presentes y futuros.