Domingo del Prado en la VIII Feria del Llibru de Cabreira
El autor presentará dos de sus obras el próximo 17 de agosto en Truchas
En la Feria de este año va a presentarnos dos obras suyas, una dirigida al público adulto “Versos y reversos. Romancero político jocoso” y otra para los más pequeños “El pescador de estrellas”,
– ¿Qué es lo que los lectores de “Versos y reversos. Romancero político jocoso” y los de “El pescador de estrellas” van a encontrarse en cada caso?
En “Versos y reversos. Romancero político jocoso”, una recopilación de romances en clave de humor analizando la situación política y social de “las Hispanias”. Versos a los que se le ha dado la vuelta para mostrar el lado más jocoso y risueño de la actualidad. Un lado lleno de ironía, doble sentido y juegos de palabras, divertido y desenfadado. Versos aderezados con sal y pimienta (a veces picante) y sin azúcares añadidos, que espero que degusten los hambrientos de lectura.
En “El pescador de estrellas”, un cuento sobre valores. La verdadera y fantástica historia de Javier y de cómo aprendió a pescar estrellas, cómo se hicieron sus amigas y cómo le enseñaron los auténticos secretos de la vida. Una historia fascinante que mostrará cómo todos, niños y mayores, podemos convertirnos en auténticos “pescadores de estrellas”.
– ¿Cuál ha sido la génesis de ambas obras? ¿Cómo definiría el estilo de las mismas?
Versos y reversos es una recopilación de los romances que cada 15 días, de manera periódica, publico en el Diario de Ávila y El Adelanto bañezano, en Diario de Ávila bajo el título de “Los lunes de domingo” y en el Adelanto bañezano en la sección de “Los viernes domingueros”. Con un estilo humorístico, jugando con las palabras, jocoso, para disfrutar y echar alguna sonrisa o carcajada. Analizar la actualidad en clave de humor. Libro desenfadado y a veces políticamente incorrecto.
El pescador nace de una idea de mi mujer, llamada Estrella. Jugando con su nombre, es un cuento de un niño que se dedica a pescar estrellas, se hace amigo de ellas y cada una le va enseñando los valores importantes: la alegría, la solidaridad, el valor del tiempo y de los recuerdos, el cariño, el respeto, la paz, la amistad, la alegría, la aceptación de las diferencias, etc. Un estilo sencillo, tierno y directo, que llega al corazón del niño desde los 6 hasta los 106 años.
– ¿Cómo ha sido el proceso de escritura de una y otra? ¿Tiene manías a la hora de enfrentarse con el folio en blanco?
En “Versos y reversos. Romancero político jocoso”, el libro ya estaba escrito. Es una recopilación de los “artículos” publicados en los dos periódicos mencionados. Excepcionalmente, en cada romance va una pequeña introducción o aclaración sobre el hecho que ha desencadenado ese romance.
En “El pescador de estrellas” es ir escuchando a las musas y poner en el folio lo que ellas me van dictando, siempre que cuando soplen me pillen trabajando.
En ambos casos, el folio en blanco no me produce miedo. Al contrario, las ideas vienen en tromba y más que “con qué llenarlo”, tengo el problema de “qué tengo que podar y entresacar”, porque me salen más “remolachas” y “malas hierbas” de las que admite la finca. En “Versos y reversos. Romancero político jocoso” no puedo pasar cada semana de 120 versos, por la limitación de espacio fijo en el periódico. Las columnas siempre ocupan lo mismo. En un cuento como “El pescador de estrellas”, en ese sentido, me siento más libre. La angustia de pasarse de palabras es mayor que la del “folio en blanco”. Algunas veces, si las musas están muy activas, tengo que pararles los pies.
– Fue profesor en el Colegio Rural Agrupado de Truchas en los años 80 ¿Cómo ha cambiado la educación en estos 40 años?
¡Huy! Esta pregunta da para escribir otro par de libros. Ha cambiado en todos los sentidos. En unos aspectos, para mejor. Y en otros, para peor. Lo que está claro es que es diferente. Hoy se valora menos el esfuerzo, el respeto, aunque contamos con más medios, sobre todo técnicos, aunque esos mismos medios a veces nos hacen perder la comunicación directa y personal, la empatía y el trato humano, que nos hace más máquinas y menos personas. Habría mucho que hablar sobre este tema.
– ¿Quién es su “lector cero”, esa persona de confianza que es la primera en leer sus borradores para darle una opinión crítica?
Antes mi mujer, Estrella, hasta que se fue “al país de las estrellas”. Desde entonces, un par de buenos amigos que me ponen los puntos sobres las íes y me hacen sus observaciones sinceras, aunque sean duras.
– ¿Qué recomendación daría a los jóvenes que empiezan a escribir?
Que no se olviden de tres cosas importantes: Leer, leer y leer. Y después de practicar esas tres, que se lancen y quiten el miedo. A escribir, también, se aprende escribiendo. Y que no se planteen ninguna meta, pero que disfruten del camino. Es lo más importante.
– ¿Qué obra le hubiese gustado escribir?
Difícil contestar a esa pregunta, pero si tengo que elegir, entre decenas de grandes obras para mí muy queridas, me quedo con una: “El principito”.
– ¿Futuros proyectos?
Tengo varios a medias. Uno de ellos, mi experiencia ante la enfermedad, que espero pueda ayudar a muchos. Otro que me ilusiona, la tercera parte de “El pescador de estrellas”: Javier sigue pescando y aún le quedan muchas estrellas que pescar y muchos valores que aprender y poner en práctica. Aunque no me gusta “vender la piel del oso antes de cazarlo”. Espero que el oso aparezca, que lo pueda cazar y regalaros su piel. Estoy en ello.