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Doble aniversario que entristece a los Cabreireses

Este miércoles hizo un año que comenzó el fuego más asolador de toda la península con 10.000 hectáreas quemadas en Cabrera y hace dos años en la misma fecha moría Concha Casado, guardiana de la etnografía Cabreiresa

Doble y triste aniversario que este miércoles acompañó a todos los cabreireses. En primer lugar hace un año del fuego arrasador que quemó más de 10.000 hectáreas en la comarca sin que se hayan resulto la mayoría de los problemas que provocó un presunto vecino de Losadilla por motivos de caza. Desde entonces las medidas aportadas de la Junta no han satisfecho a nadie. Administración que junto con el ayuntamiento de Encinedo se congratulan del buen trabajo, pero que sin embargo, los ganaderos y los pueblos siguen con problemas y pérdidas anuales que obligarán a muchos a subsistir hasta que puedan otra vez pastar o usar los montes comunales.

La asociación Cabrera Natural manifestaba en un comunicado que «Se ha perdido así una oportunidad de oro para recuperar mediante una repoblación bien gestionada la vegetación autóctona de la comarca, con especies de frondosas como robles, encinas, arraclanes o serbales, o en las riberas sauces, alisos, cerezos silvestres, etc. Estas especies generan bosques con gran diversidad de flora y fauna, que dan de comer tanto al ganado como a la caza, principal sustento económico de gran parte de los pueblos de la zona afectada.»

Helicópteros repartiendo alpacas de paja

Esta misma asociación afirma que «Otras actuaciones muy desacertadas han sido la colocación errónea de paja y de albarradas (muros de retención del terreno) en las zonas afectadas para frenar el arrastre de suelo por las lluvias. Ambas se colocaron en su mayoría en zonas de poca pendiente, y en muy poca extensión, siendo por tanto poco efectivas. Además, la paja se colocó muy accesible al ganado, que ha dado buena cuenta de ella ante la falta de pasto durante el invierno. Surrealista ha sido ver sobrevolar helicópteros por la zona cargando las balas de paja, con el sobrecoste que supone emplear estos medios.» Y concluye diciendo que «En el caso de las albarradas, las que se han colocado no están hechas en su totalidad con la madera quemada, salvo los postes, sino que son mayas de plástico, que seguramente no se retiren cuando ya no sean necesarias, quedando esa basura plástica desperdigada por el monte, afectando a los suelos y a la fauna. Otra basura que ha sido abandona, son los recipientes de plástico de los plantones de los pinos, que pueden encontrarse apilados en algunas pistas.»

Por las mismas fechas, hace dos años, moría Concha Casado y Cabrera entera lloraba el fallecimiento de esta filóloga que tanto hizo por la comarca. El alcalde de Truchas, Paco Simón, el presidente de Montañas del Teleno, Ramiro Arredondas, las numerosas asociaciones culturales y las agrupaciones musicales de Cabrera se despedían durante el funeral de la mayor defensora de las tradiciones, la lengua y la arquitectura cabreiresa. La iglesia de San Marcelo, en León, se llenó de tristeza para dedicar el último adiós a la más firme protectora de Cabrera.

Además de los cinco regidores de Cabrera, estuvieron presentes en el sepelio el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y el alcalde de León Antonio Silván Rodríguez. Además de los representantes de las instituciones, acudió al funeral una buena representación de la cultura cabreiresa. Una pareja de cabreireses, de Pombriego, ataviados con los trajes regionales que Casado estudió y defendió, portaron la mantiega con el paño de ofrenda y velas.

Y es que en la madrugada de un lunes de hace dos años, la popular etnógrafa cerró los ojos para dar por finalizada su lucha por defender el patrominio cultural de Cabrera y de León. Apartada desde hacía poco tiempo de la vida pública, dedicó gran parte de su vida y muchos esfuerzos en recorrer los rincones de Cabrera para estudiar, rescatar y proteger la indumentaria, el habla y las danzas cabreiresas. Sólo su avanzada edad le obligó a cejar en su empeño, en los últimos años de su vida. En su prolífica obra destaca su tesis doctoral, ‘El Habla de Cabrera Alta’, publicada en los años 40 después de sumergirse en la sociedad cabreiresa durante una buena temporada para estudiar la lengua cabreiresa de primera mano. Esa Cabrera que hoy despide a Concha con dolor, también la recibió con los brazos abiertos.

Su dedicación a esta comarca hizo que los ayuntamientos la nombraran hija adoptiva de Cabrera, y merecedora de la Medalla de Oro de la Provincia de la Diputación y con el Premio Castilla y León de Patrimonio, entre otros muchos galardones por sus innumerables trabajos. Por encima de los recibimientos oficiales, ella estaba orgullosa de los obsequios de las escuelas. Trabajos colectivos de niños y niñas de toda la provincia. La obra de Concha Casado se centra fundamentalmente en tres décadas, desde la década de los 70 al 2001, coincidiendo con su jubilación, tiempo en el que Concha Casado ha estado más activa en cuanto a la producción de artículos y estudios. En ellos aborda etnografía e historia, y entre otros temas destacan los de agricultura, aperos, alfarería, arquitectura, artesanía, cerámica, ceremonias, curtidos, dialecto, folklore, indumentaria, forja, joyas, religiosidad, ramos, ritos, además de publicaciones sobre los monasterio de Carrizo, de Otero y de Nogales.

Sus obras se encuentran en todas las bibliotecas de la provincia de León y en el 86 % en bibliotecas públicas y regionales o autonómicas de España. Pero Concha es una autora universal ya que su bibliografía está presente en bibliotecas tan importantes como la del Congreso de los Estados Unidos, una de las mayores y mejores bibliotecas del mundo así como en Argentina, mientras que en el continente europeo sus obras se localizan en Francia, Suecia, Suiza, o en la propia Biblioteca Vaticana, así como en lugares tan alejados como Australia.

Esta luchadora incansable de la cultura popular dejó de luchar a los 96 años, pero su fuerza, su ejemplo y su vigor han dejado una fértil semilla en Cabrera donde un buen número de personas y asociaciones tienen el firme propósito de dar continuidad a todos y cada uno de los proyectos iniciados por la grande e inigualable Concha Casado; en cada persona, en cada actividad cultural, en cada canción, en cada paño, en cada danza o en cada palabra, Concha permanecerá viva en Cabrera.

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